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90 millas hasta el paraíso
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90 millas hasta el paraíso

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90 millas hasta el parai?so
Vladi?mir Eranosia?n

El libro “90 millas hasta el parai?so” sera? de intere?s para un amplio ci?rculo de lectores que son aficionados al ge?nero del detective poli?tico y del thriller histo?rico. El argumento se basa en acontecimientos reales y narra acerca del ma?s escandaloso en Ame?rica Latina“kidnapping” del an?o 2000, el secuestro del nin?o cubano Elia?n Gonza?lez. El proceso judicial ligado a este asunto se convirtio? en un show poli?tico sin precedente con la participacio?n de los ma?s altos li?deres de estados, agencias de inteligencia y clanes de ga?nsteres. A opinio?n del autor, el Comandante Fidel Castro teni?a en este caso y sus motivos personales para el retorno del nin?o a la Patria. Pero los principales protagonistas de la novela son individuos habituales, que no admitieron ni las amenazas, ni el chantaje, ni el soborno y lucharon por Elia?n hasta el fin en esta historia increi?ble.

?El secuestro que conmoviо al mundo!

En los momentos transcendentales de la historia de un pueblola actitud de una persona puede compensar la ignominia, con la que han cubierto a este pueblo todos sus traidores tomados en conjunto

Fidel Castro

Se lo dedico a mi mamа, a mi hijo Mаximo, y a todos los padres.

El tema estа basado en sucesos reales, en la cronolog?a histоrica y fuentes fidedignas. Lo imaginario solamente figura para darle una mayor veracidad a la narraciоn.

Realmente, esta isla es el lugar mаs hermoso de los que haya podido ver el hombre.

Cristоbal Colоn

* * *

2 de diciembre de 1999.

La Habana, Cuba. Palacio de la Revoluciоn, Residencia del Presidente del Consejo de Estado de la Rep?blica de Cuba Fidel Castro Ruz

Ellos no se han olvidado de quе fecha es hoy. Este d?a, hace 43 a?os, еl junto con ochenta y dos rebeldes, entre los cuales figuraba el Che, contra?do por el asma y fatigado por el mareo, desembarcaron del yate “Granma”, para vencer o morir…

La mesa fue servida en la sala de descanso, adyacente al despacho.

Hab?a bogavantes, langostas, langostinos tigres en una salsa agridulce, un delicioso pescado panga, frito en crema a la plancha. A la par con todo eso a Fidel le sirvieron su vino espa?ol preferido, con 50 a?os de solera, as? como una botella de champa?a “Dom Pеrignon”. Toda esta abundancia provocadora podr?a desorientar y desanimar a cualquiera, pero de ninguna manera al l?der. El Comandante estaba a la espera de una reuniоn importante. El hermano Ra?l trajo a la capital a Juan Miguel Gonzаlez Quintana, oriundo de la provincia de Cаrdenas. Era un empleado ordinario, cajero en uno de los hoteles de Varadero. Por еl, mejor dicho, por el hijo de 6 a?os de edad, se desencadenо un escаndalo internacional.

Un d?a antes, los compa?eros de lucha desaconsejaban seguir en el motivo de la juez americana, con un t?pico apellido latinoamericano Rodr?guez, e intentaban convencerle de que no se deb?a permitir al cаndido Juan Miguel presentarse ante el juzgado en los EE.UU. Ra?l aseguraba que a este jovencito en Amеrica le estaba esperando un refinado tratamiento psicolоgico y un soborno directo.

– No podrа resistir – as? lo declarо el hermano un d?a antes, y, a pesar de todo, en el fondo del alma quisiera que hubiera un milagro. Еl personalmente se dirigiо a Cаrdenas, para traer a La Habana al padre inconsolable.

– ?Quе te parece, no fallarа? – por debajo de las espesas pesta?as negras miraban a Ra?l aquellas mismas pupilas fogosas, que pod?an hacer quemar a cualquiera en los agudos instantes del asalto al cuartel Moncada, pero cuyas llamas se han empa?ado desde los d?as de la victoria de la Revoluciоn. No por la desilusiоn de los ideales, sino de la traiciоn humana.

– Ya no estoy seguro– pronunciо pensativamente Ra?l. – Es demasiado joven y demasiado categоrico en sus reflexiones.

– Nosotros tambiеn еramos jоvenes, еramos maximalistas.

– Pero nosotros luchаbamos en nuestra tierra, mientras que еl deberа enfrentarse con el enemigo, cabe decir, en la misma guarida de ellos, en Miami, donde han arraigado estos canallas, “gusanos”.

– ?A la voluntad de Dios!

Los ojos de Ra?l se entornaron involuntariamente. ?Quiеn hubiera podido pensar que a fines de los a?os noventa el ate?smo de Fidel empezara a retroceder bajo el empuje de las dudas que surgieron en su alma impetuosa! No retornarа a sus manantiales de adolescente… En su infancia se consideraba ser uno de los mаs aplicados novicios en el colegio de jesuitas. Transcurridos unos a?os debido a los dogmаticos retrоgrados y a los pedantes atrasados del ambiente de los superiores, de manera impredecible se hizo ateo. La muy creyente madre catоlica nada pudo hacer con la pеrdida de la fe del hijo. La mente curiosa de este exig?a pruebas, mientras que Lina Ruz – hija de una bruja autodidacta – no dispon?a de una formaciоn sоlida. Cabe decir, a Stalin los estudios en el seminario espiritual no le impidieron gobernar a los ate?stas. Esto es un hecho. A lo largo de toda la vida еl citaba el Evangelio, y en lo que se refiere a la Iglesia Ortodoxa, destruida por Lenin, esta aumentо la cantidad de parroquias precisamente durante el culto a la personalidad de Stalin.

?De quе manera amenaza a la Cuba socialista tal regeneraciоn? ?En quе se volcо el permiso de Fidel de admitir a los creyentes al Partido Comunista? ?No olvidemos el coqueteo con el Pont?fice y la Congregaciоn de la Santa Sede! El sacerdote brasile?o Fray Betto hasta publicо un libro sobre este quisquilloso tema entre los marxistas. La obra “Fidel y la religiоn” simultаneamente sumiо en un shock al Vaticano, y a la еlite ate?sta del partido.

?Eso no vale! ?Confiar en la Providencia es el mаximo grado de descuido! Solo Fidel ser?a capaz de actuar as?.

Nadie en Cuba dudaba que el absoluto “recordman” mundial en sobrevivir a atentados, y hubo mаs de setecientos treinta, que el “embrujado” Fidel morir?a por su propia muerte. ?Pero quе ocurrirа con ellos? Los que han servido al Comandante en cuerpo y en alma.

Los yanquis y la inmigraciоn solamente desean la muerte de Castro. Sue?an con una revancha desde los tiempos de aquella derrota vergonzosa en la Bah?a de Cochinos. La juventud, que ha crecido en las condiciones de un dеficit total y depravada por la permanente y continua propaganda del consumo, es poco probable que se ponga a defender las conquistas de la Revoluciоn. Naturalmente, entre los vаstagos jоvenes habrа patriotas tambiеn. Pero Ra?l solamente ten?a fe en “la vieja guardia”, en los veteranos de las guerras de liberaciоn nacional en Аfrica y Amеrica Latina. En total son 400 mil personas. Justamente ellos les darаn una vez mаs a los yanquis y a los mercenarios una patada en el culo. Es verdad que serа mucho mаs dif?cil hacerlo sin el carisma de Fidel…

Ellos llaman dictador a Fidel. ?Que sabrа esa gente de eso? ?Quе es lo que comprenden bajo la palabra “dictador”? Es mаs que risible si aceptamos las conclusiones de mеdicos expertos, los cuales afirman que todos los dictadores, sin excepciоn, padecen de descomposiciоn. Los estre?imientos de Hitler y los problemas intestinales de Mao Zedong no ten?an relaciоn alguna con el neurastеnico Benito Amelgara Andrea Mussolini y el diabеtico Josip Broz Tito. Cada uno de ellos ten?a sus propias enfermedades. Ser?a extra?o si el viejo Fidel no tuviera problemas con el intestino. ?A fin de cuentas no es un robot! Lo com?n en todo esto era completamente otra cosa, el carisma y la aficiоn al uniforme militar. Por ejemplo, Tito, el sеptimo hijo en una numerosa familia croata, desde la mаs tierna infancia so?aba con tener una camisa blanca y zapatos de charol de camarero. Pero una vez cumplido el sue?o, se probо el vestido de camarero de restaurante. Muy pronto entendiо que esta ropa de gala no val?a las humillaciones que tuvo que soportar. Quizаs por eso Tito haya llegado a ser militar. Hasta en los minutos de ocio en su famosa residencia, en la isla Brioni, donde en mаs de una ocasiоn se ba?aba en la piscina con la bell?sima Sof?a Loren, llevaba puesto el uniforme de gala de mariscal, hecho a medida. ?Quе hay de sedicioso si uno siente la pasiоn por los uniformes militares y las mujeres hermosas? Es natural que as? se comporte un varоn verdadero. El pa?s ha de ser gobernado por personas mentalmente sanas. Fidel, un gran admirador del sexo dеbil, tambiеn prefiere la guerrera militar al traje de paisano, no le son ajenas tales debilidades, as? como el vino espa?ol de solera. En ese aspecto no hay nada censurable. Cabe decir, Ra?l da preferencia al whisky “Chivas”, de doce a?os de a?ejamiento.

Cuando el asceta y romаntico Che visitо al l?der yugoslavo en Brioni, no pudo entender la aficiоn al lujo de Tito. Posiblemente, el garaje con coches Jaguar, Rolls-Royce y Bentley, as? como el safari, parque de cebras, avestruces y leopardos, regalados por el rey de Etiop?a era el colmo. En este caso nadie siquiera discut?a con el Che. Pero las mujeres y el whisky de malta, tra?do en un vuelo especial del estado norteamericano de Kentucky, hab?a alegrado hasta a Guevara, y Fidel estaba muy arrebatado.

Convertirse en el l?der del Movimiento de Pa?ses No Alineados, siendo comunista, en el ajedrez tales jugadores llevan el t?tulo de Gran Maestro. Yugoslavia durante el rеgimen de Tito florec?a. La muerte del mariscal, ya al cabo de un a?o, conllevо la ruina del pa?s y el desmoronamiento de la unidad internacional. ?Acaso la muerte de Fidel provocarа esa misma situaciоn? No, Tito no ten?a a tal hermano como еl, Ra?l. Los dos disponen de cierto tiempo. Mientras que todo siga sin cambios.

El l?der yugoslavo sab?a manipular a los omnipotentes. Orde?aba a todos los que le rodeaban. Tal es la suerte de un dirigente de un pa?s grande o peque?o, pero no potente. Еl se encuentra en el filo de la navaja, en la punta del cuchillo, en el borde del abismo. Uno debe aprender a obtener provecho de su situaciоn poco envidiable. Fidel, s?, mejor que otros sab?a cоmo hacerlo.

?Quiеn en la China acomodada de hoy d?a, recuerda los muy reales cuentos acerca del Gran Timonel Mao, que hasta en los ?ltimos d?as de su vida no se limpiaba los dientes y se vaciaba en el foso? ?Que еl obligaba a los campesinos a aniquilar los gorriones, con lo que atrajo a los campos a insectos e hizo morir de hambre a millones de personas? ?Homenajear?an los chinos a Mao Zedong porque el revestimiento de terciopelo de su tren especial estaba remachado con clavos de oro? Entonces al dictador rumano Ceaucescu no lo habr?a linchado la multitud, aunque еl usaba un inodoro de oro. ?No, naturalmente! El respeto a Mao estа ligado con un momento de su historia: empezaron a respetarle a?n mаs porque supo hallar la forma de cоmo obtener del “perspicaz campesino”, as? Fidel llamaba a Jruschev, la bomba nuclear y levantо el pa?s que estaba de rodillas, convirtiеndolo de una China retrasada, en una gran potencia nuclear.

Fidel tambiеn hizo de los ex esclavos una naciоn orgullosa. Los cubanos han de quedarse as? para siempre. ?Su suerte es la de conservar la independencia del pa?s o morir! “?Les ayudarа en esto Dios? Ser?a bueno” – pensо Ra?l. En tales casos, parece, se supone rezar. Para sus 74 a?os, Fidel a?n no ha venido al altar con la oraciоn. ?Quiеn sabe, quizаs lo haga para su jubileo a los ochenta a?os?

– S?, naturalmente – aprobо Ra?l la fatalidad en la conducta del hermano mayor, pero para s? pensо que, si se deja correr el asunto de Gonzаlez, ser?a un descuido imperdonable. En el caso de que al joven cubano, seducido con las promesas de una vida paradis?aca, se le ocurra traicionar a su patria, habrа que neutralizarlo. Sea como sea. F?sica o moralmente. No tiene importancia. Lo principal es que el pueblo de Cuba vea el castigo inevitable por la traiciоn…

– ?Pues, este joven estа aqu?? – preguntо, al fin, Fidel.

El hermano menor lo confirmо con un gesto afirmativo.

– Hazlo pasar aqu? – le ordenо a Ra?l.

– Inviten a Juan Miguel Gonzаlez – ordenо a los comisionados del Ministro de Defensa.      Juan Miguel, de mediana estatura, un joven con una figura bien formada con unas orejas un poquito alargadas, estaba sentado en la sala de recepciоn en una silla trenzada indonesia con un espaldar afiligranado – Como un escolar, esperaba amedrentado la entrevista con un gran hombre, el l?der de Cuba. No pod?a imaginar que todo esto le ocurriera a еl. Su esposa Nersy, con motivo de una visita a La Habana, obligо a Juan Miguel a que se pusiera una nueva camisa blanca, cuyo cuello le apretaba ahora la garganta, como si fuera un estirado collar de perro.

– Pase Ud. – le susurrо al o?do un negro robusto de la escolta presidencial de Fidel.

Juan Miguel entrо en el “Sancta Sanctorum”, un modesto despacho del l?der de la Rep?blica. En la pared estaba colgado un retrato hecho a оleo del hеroe de la revoluciоn, de un barbudo sonriente, Camilo Cienfuegos, cuya muerte originо en los c?rculos de la inmigraciоn en Miami todo tipo de versiones acerca de las causas de su fallecimiento en un accidente aеreo fatal. Junto al retrato hab?a un cuadro con la imagen del trabajo voluntario de los ni?os cubanos en la cosecha de la ca?a de az?car, la zafra. Los muebles en el espacioso gabinete de Fidel no parec?an ser lujosos. En el amueblado no hab?a alusiоn alguna al estilo “kitsch” de palacio. Al contrario, algo hac?a recordar el mal gusto, el burocratismo y el ascetismo del morador de este espacio.

Apareciо Fidel. ?Ah? estа еl! El hombre leyenda. El “Barbudo” con una barba ya enralecida. Un orador genial, capaz con su discurso fogoso, en el transcurso de muchas horas, de captar la atenciоn de cualquier auditorio. Ni una sola vez perdiо el hilo de sus comentarios, segu?a la lоgica de la narraciоn, sin que confundiera las fechas, cifras y detalles histоricos. Una persona que dispone de una memoria incre?ble y una voluntad inquebrantable. El hеroe y “El Caballo”, el potro que pudo dar vida a la ?ltima criatura, siendo un viejo de 65 a?os…

Fidel apretо su mano. No permitiо que fuera largo el apretоn de manos, sino muy breve. Hubo una contracciоn muscular en la palma de la mano y Juan Miguel sintiо en ese instante la potencia de una gran personalidad. El joven se turbо de la mirada fija de la persona №1 en Cuba, y as? mismo sent?a como lo taladraban los ojos de Ra?l, del hombre №2.

– Juan Miguel, deberаs emprender un viaje al juzgado a los EE.UU. Eso lo requieren las circunstancias, el derecho internacional y la Temis americana. En esto insisten el Ministerio de Justicia y los subordinados a este, el Servicio de Inmigraciоn y Naturalizaciоn. La presencia del padre en el juzgado relacionado al asunto del retorno de su hijo Eliаn, lo desea tambiеn el pueblo norteamericano. All? estаn seguros de que, en cuanto te liberes de mi vigilancia, naturalmente, pedirаs refugio pol?tico en los EE.UU. Esto significa que el problema de la reuniоn del padre y el hijo se soluciona automаticamente, y para quе se armо ese escаndalo ruidoso.

– Yo no voy a rendirme. Me han robado al ni?o, y yo quiero solamente una cosa: que sea devuelto Eliаn a su padre, a su pa?s natal, donde se sent?a feliz.

Las palabras del joven conmovieron a Castro, pero el Comandante no quiso mostrаrselo.

– En 41 a?os transcurridos despuеs de la victoria de nuestra revoluciоn, la legislaciоn americana no hizo a Cuba ni una sola concesiоn – continuо Castro – los recursos de los que disponen tus oponentes son ilimitados. Tanto en el aspecto jur?dico, como en el financiero.

– ?Y lo que se refiere a lo moral? – el joven cortо involuntariamente a Fidel. ?Y el aspecto moral?

Fidel se cruzо la mirada con el hermano. A los dos les agradо la rеplica del simple muchacho de Cаrdenas, el cual no tomо en consideraciоn las palabras de los oponentes, insist?a en lo suyo.

– La parte moral de nosotros, de los cubanos, siempre se encuentra en el primer plano. Todo el pueblo, y cada uno de por s?, se incorporarа a la lucha por su peque?o ciudadano. Iniciando este enfrentamiento, debemos tener sоlidos motivos, no solo en lo jur?dico, sino en lo moral tambiеn. Pero ten en cuenta, te esperan grandes pruebas.

– Estoy listo a enfrentarlas.

– Tu ?mpetu es digno de elogio. Pero deberаs llevar contigo a tu nueva esposa y a tu nene, as? como a las dos abuelas de Eliаn.

– ?Para quе han de estar ellos all?? Yo podr?a ir solo para traer a Eliаn.

– Entonces ellos dirаn que Castro dejо como rehenes en Cuba a la nueva familia de Juan Miguel y a su madre. El joven estа acorralado, en una situaciоn sin salida. No puede ser libre en la toma de sus decisiones. Es inflexible en sus intentos de hacer volver al hijo a Cuba solo porque a los familiares les amenaza la represiоn f?sica. ?Es eso lo que quieres?

Juan Miguel, el padre del ni?o, por un instante quedо pensativo. Luego exclamо:

– Lo he comprendido.

– Te van a ofrecer mucho dinero y una vida paradis?aca…

– En el Edеn no se necesita dinero – de manera segura lo expresо tajantemente Juan Miguel – Por lo tanto, Amеrica no puede ser para?so para el cubano. Esto es una cuestiоn de honor.

– Para nosotros esto es a?n una cuestiоn de confianza – intervino su palabra Ra?l.

– No solamente para nosotros – confirmо Fidel – Todo el pueblo confiarа a ti, Juan Miguel. Para once millones de cubanos de diferentes edades y sexos, naciones y grupos еtnicos, catоlicos y “santeros”[1 - "santeros" – descendientes de los esclavos, principalmente mulatos, seguidores del culto pagano “santer?a”, es de origen africano.], t? y Eliаn se convertirаn en s?mbolos de nuestro pa?s. No hay pecado mаs terrible que el de enga?ar a la gente que haya confiado en ti… ?Cоmo se llamaba tu primera esposa, la madre de Eliаn? – de repente preguntо Fidel, como lo hac?a habitualmente si le interesaban algunos detalles.

– Elizabeth Brotons – lo dijo muy despacio el joven cubano – No me dijo nada acerca

de sus planes…

– ?Le eras fiel en el per?odo de la vida conjunta?

Juan Miguel agachо la cabeza

– La respetaba mucho – expresо este, justificаndose.

– Como varоn yo te comprendo – Fidel se rascо la barba.

Y yo, siendo comunista, te recomiendo que pienses muy bien acerca de tu actual situaciоn – expresо su opiniоn Ra?l – No te exhorto a que mientas y te pongas a justificar tu conducta. Ten en cuenta, simplemente, que sus juristas van a engancharse a cualquier hilo posible, para denigrarte, desacreditar ante millones de norteamericanos la imagen de los comunistas, y como resultado, humillar a Cuba. El valor de cada palabra, pronunciada por ti en los EE.UU., crecerа de manera incre?ble. Nadie te obliga a confesar que hab?as sido infiel a tu cоnyuge.Pueden aprovechar tu honradez, como instrumento contra tu patria. No les concedas a nuestros enemigos una informaciоn adicional. No les entregues personalmente un triunfo complementario.

– Hay una historia en la Sagrada Escritura – recordо a propоsito el Castro mayor– Cuando Josе, queriendo aleccionar, y luego perdonar a los hermanos ruines, aprovechо un enga?o peque?o. ?No se necesitо el enga?o, si este no se utiliza en aras de la bondad?

Este argumento deber?a ser el ?ltimo que aprovechar?a el hermano menor. Acaso

Fidel se ha olvidado de que todos estos cuarenta a?os de ataques contra Cuba, los yanquis llamaban a los cubanos “herejes”, y atra?an a su lado el nombre de Dios. Los Conquistadores tambiеn aniquilaban a los indios bajo las banderas Santas. Fidel no pudo olvidar esto. Poseyendo tal memoria, probablemente cree que Dios estа a favor de Cuba…

La conversaciоn no finalizо as?. Fidel le pidiо a Juan Miguel que saliera por un rato, este ten?a varias preguntas confidenciales a su hermano.

– ?Quе estа emitiendo la hostil radio enemiga, a la cual no pudiste silenciar completamente? – se interesо Fidel.

– Estаn demasiado cerca… Siguen el ruidoso escаndalo histеrico en torno al ni?o – informо Ra?l. – Estаn transmitiendo tambiеn que has adquirido en Francia un yate tipo “flybridge” con un bar, una barbacoa y una ba?era de mаrmol.

– Ser?a mejor dar a conocer que en este se hayan instalado giroscоpicos estabilizadores de balanceo y un sistema que mantiene inmоvil el yate, sin usar el ancla. Ahora nuestros buzos podrаn filmar para el pueblo los buques hundidos y la fauna del mar del Caribe, sin da?ar con el ancla echada los arrecifes de coral.

– Siguen comentando que t?, a la manera de Gorbi, el cual devorо una pizza italiana para hacer publicidad, permitiste que te fotografiaran por dinero en zapatillas deportivas espa?olas.

– ?Los ni?os recibieron las zapatillas?

– La primera partida de calzado ya la distribuyeron en dos escuelas de Sancti Sp?ritus y en un orfanato en Agramonte.

– Ellos promet?an dar muchas zapatillas, y a Gorbachov, seguramente, le hab?an prometido mucha, mucha pizza…

– Creo que no le enga?aron… para que еl enga?ara a su pueblo. Ademаs, Gorbi lo ped?a, no para el pueblo, sino para s?, y eso significa que еl no ped?a tanto.

– El l?der de tal pueblo de ninguna manera deb?a pedirlo… – expresо pensativamente Fidel – Sea como sea, yo no comprendo quiеn les dio el derecho de llamar a su vil radio con el nombre de nuestro hеroe nacional, Josе Mart?. Silеncialos.

– Estаn demasiado cerca…

– ?Quе opinas sobre este muchachito de Cаrdenas?

– Es que t? sabes mi opiniоn. Hasta el fin confiaba solamente en dos personas, en el hermano, que es cinco a?os mayor que yo, y en el Che. Ahora, solo en mi hermano.

– Quiero charlar cara a cara con este muchacho. Vete a hacer tus asuntos – ordenо Fidel y pidiо que llamaran a su despacho al se?or Gonzаlez…

– Eres incorregible – as? se expresо Ra?l, yеndose del despacho – A?n sigues creyendo en la gente…

Al volver Juan Miguel al despacho del Comandante, este comprendiо que el l?der cubano quer?a hablar francamente con еl.

– Cuеntame sobre tu Elizabeth y Eliаn – pidiо Fidel.

Juan Miguel le narrо su historia. Quedo muy sorprendido. Era incre?ble que, a pesar de estar tan atareado, el l?der del pa?s hubiera escuchado todo hasta el final, apenas de vez en cuando interrumpiendo al narrador y exigiendo de este pormenores para concentrarse en los detalles…

Municipio Varadero, Cuba

D?as antes de la tragedia

Lаzaro Mu?ero, gamberro menudo, que so?aba con ser un gran contrabandista, al fin se decidiо a infiltrarse en la habitaciоn de un entrado en a?os burguеs de Frаncfort. Vino a descansar con su nieta veintea?era. El cоmplice del efractor, Julio Cеsar, ayudante del barman del hotel “Siboney”, prometiо entretener al alemаn un rato, deteniеndole en la barra del bar.

Lаzaro entrо sin ninguna dificultad en la habitaciоn. Le han servido para esto los hаbitos de cоmo usar la ganz?a, adquiridos en los a?os de su juventud. Entonces, realizо su primer hurto con fractura, extrayendo del despacho del director de la escuela los medios recolectados por los alumnos para comprar medicamentos destinados a los ni?os de Chernоbil.

En aquella еpoca el gobierno de Cuba aprobо una decisiоn sin precedente: sanar gratuitamente a los ni?os irradiados ucranianos. Si a Lаzaro lo hubieran pillado en aquel momento, el asunto habr?a adquirido mаs bien un carаcter pol?tico que penal. Pero la sospecha recayо en otro alumno, cuyos parientes denigraban a Castro, a?n en los a?os de la dictadura de Fulgencio Batista, y ahora resid?an en Florida. Al muchachito inocente lo expulsaron de la escuela, lo que Lаzaro acompa?о con una sonrisita, jactаndose ante una nueva amiguita: “?Lo torpe que son!”

“?Quе hermosura!” – por un instante, Lаzaro quedо maravillado del lujo de la habitaciоn del hotel y, mirando nerviosamente en torno suyo, se puso a buscar dinero y objetos de valor que pondr?a en su sombrero de paja. Despuеs de revisar las mesitas de noche, еl descubriо un frasco de agua de colonia “Carolina Herrera”, que ya estaba casi vac?o. Se perfumо con mucha abundancia y se dirigiо al tremо. En la caja hab?a varios billetes arrugados de diez pesos. No era tan grande el bot?n… ?Pero en la otomana azul, al lado de la cama, еl tropezо con una videocаmara! El ladronzuelo la empaquetо cuidadosamente en el sombrero.

Al ver en el sillоn junto a la mesita de noche una chaqueta de lino, examinо con mucho esmero los bolsillos y extrajo un portamonedas con tarjetas bancarias. “?Fritzes de mierda! ?Quе hay de malo en el dinero en efectivo?” – Lаzaro se puso rabioso. No era posible poder utilizar una tarjeta de crеdito en Cаrdenas, as? como en cualquier otra ciudad. No porque el due?o al enterarse de la pеrdida, inmediatamente la bloquearа. Simplemente, en Cuba usaban las tarjetas exclusivamente los extranjeros, mientras que Lаzaro solo so?aba con ser uno de ellos.

S?, ten?a planeado recibir la ciudadan?a estadounidense, y sin duda alguna as? lograrа alcanzar su meta, en cuanto gane un gran dineral en el contrabando. En su mente, en ese per?odo, no hab?a una distinciоn clara entre los tеrminos “contrabandista” y “americano”. El dinero, todo lo solucionan los deseosos billetes de cien dоlares, desde los cuales contempla con altivez el inmortalizado Franklin.

“?Por fin hay algo de valor!” – se alegrо Lаzaro, habiendo tropezado contra una jarra de cristal. En el fondo de esta hab?a un brazalete muy pesado, decorado con un capullo de pеtalos de oro de una orqu?dea. Automаticamente lo metiо en el calcet?n, enrollаndolo al tobillo, y se precipitо al cuarto de ba?o. Hace tiempo so?aba con un cepillo de dientes “Oral-B” con un motorcito. ?Quiеn sabe, puede ser que el alemаn use justamente uno de estos! “?Tendrе suerte alguna vez!” La puerta del ba?o resultо estar cerrada.

Al cabo de un segundo esta se abriо y ante Lаzaro apareciо en toda su belleza la pelirroja Magda von Trippe, nieta del entrado en a?os Miljelen Calan.

Poseyendo una cantidad de “atributos”, Magda no era famosa por su belleza. La ropa interior de color turquesa, que llevaba puesta despuеs de tomar el ba?o espumoso, no pod?a ocultar los matices de su constituciоn idiosincrаsica. No se puede decir que ella sea fea… Desprovista de gracia femenina, s?. Mаs bien deportiva que hombruna. Y de ninguna manera era repugnante, lo que deb?a probar Lаzaro ahora mismo.

Justamente as?, ya que Magda midiо al malhechor con una mirada inequ?voca, cuyo significado Lаzaro pudo evaluar estando ya en la habitaciоn, en la cama. La muchacha alemana tomо la ?nica decisiоn justa para s?, prefiriendo a la resistencia total a ese cubano de alta estatura y muy simpаtico, una capitulaciоn activa…

Como se habr?a alegrado por la nieta Miljelen, que en el declive de la vida se aficionо seriamente a Sigmund Freud y sospechaba en Magda inclinaciones lesbianas. Lo que se refiere a la ni?a todo estaba en orden, y este resultado se hizo el resumen de todos sus esfuerzos titаnicos en la rehabilitaciоn psicolоgica, no demandada ni siquiera entre los alemanes turcos, Magda von Trippe.