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2) Conocer cómo se aprende: No es posible realizar un entrenamiento rentable sin conocer los principios del aprendizaje que hayamos elegido antes.
3) Conocer los factores clave de la enseñanza: Los factores clave de la enseñanza son:
a) El objetivo general: Buscar objetivos que habitualmente sean a medio y largo plazo, por ejemplo, la mejora del juego de ataque del equipo o la mejora de la fuerza. Del objetivo general derivan los objetivos a corto plazo.
b) Los objetivos: Se refieren:
– Al juego con pelota (pases, controles, triangulaciones, etc.).
– Al juego sin balón (movimiento combinado, acciones de apoyo, cruces, etc.).
No se puede enseñar todo de una vez, sino determinar un orden de prioridad y una secuencia lógica de entrenamiento.
c) El orden de prioridades y la secuencia lógica. No se pueden enseñar eficazmente diversos aspectos del juego de una sola vez.
Entre dos factores, siempre habrá una precedencia lógica sobre otra. Si no se respeta una secuencia lógica se hace mucho más difícil. Lo mismo pasa si se insiste en enseñar cosas apropiadas, pero en un momento inapropiado. Debe prestarse mucha atención a la proyección y la organización.
d) La proyección y la organización:
La proyección conlleva el mejor uso del equipo y debe llevarse a cabo al principio para dar lugar a la mejor organización posible.
La organización de una sesión eficaz de entrenamiento prevé:
● La elección de la zona del campo a utilizar en el entrenamiento.
● El número exacto de jugadores que participarán.
● Un entrenamiento realista (los jugadores deben estar colocados en sus posiciones reales y en los ejercicios deben jugar de modo realista; las porterías deben ser siempre de tamaño normal, porque los dos aspectos esenciales del fútbol son los tiros a puerta y la indicación de las porterías).
● Un inicio adecuado del ejercicio y calidad en los pases (muchos entrenamientos se realizan de forma cansina porque se presta poca atención al modo de iniciar el ejercicio y los pases son poco apropiados).
● Sencillez y claridad (todos los jugadores deben entender bien qué se quiere hacer con cada tipo de entrenamiento).
e) La capacidad de observación: La observación de una sesión de entrenamiento debe llevar al técnico a saber si:
– Los entrenamientos se desarrollan de acuerdo con la organización.
– La actitud de los jugadores se ve estimulada e interesada.
– Las acciones del juego colectivo cumplen los objetivos generales.
– La acción concreta de cada uno es beneficiosa para el trabajo del grupo.
Si no se cumple todo esto, hay que preguntarse:
– ¿Está el jugador físicamente en situación de realizar esa tarea?
Si la respuesta es «no», no hay razón para continuar el ejercicio.
– ¿El ejercicio asusta al jugador?
Si la respuesta es «sí» conviene empezar con ejercicios más sencillos y animar más al jugador.
– ¿Es un problema técnico?
– ¿De qué técnica se trata?
Asegurarse de que el jugador entienda dónde se equivoca y explicarle cómo hacerlo de modo correcto y ejercitarlo en ese sentido.
– ¿Es un problema táctico?
1. Falta de comprensión (aislar y explicar las distintas partes).
2. Falta de intuición (el jugador no entiende la acción que se desarrolla por tres motivos):
– Acción demasiado complicada.
– Acción demasiado veloz,
– Juega con desgana.
1. Falta de empeño (el jugador comprende lo que se quiere de él, pero se equivoca en la ejecución porque trata de hacer cosas demasiado difíciles).
f) La comunicación, Todo lo que se ha dicho hasta ahora importa poco si el entrenador no es capaz de comunicar. Un entrenador puede comunicar de dos maneras;
1. Mediante demostración, mostrando las siguientes cualidades:
– Acciones correctas de juego.
– Acciones desarrolladas de modo sencillo.
– Demostración clara, mostrando el factor principal.
– Establecer un objetivo mínimo,
1. A través de la palabra: La comunicación mediante palabras es muy importante, pero depende de la convicción con la que habla el entrenador. El entrenador, antes de hablar, debe pensar por un momento a quién debe hablar para estar seguro del significado de las palabras, debe evitar palabras o discursos complicados y mirar a los oyentes mientras habla. Finalmente debe hablar siempre en clave positiva porque es más eficaz decir «haz esto» en lugar de decir «te has equivocado al hacer esto».
La comunicación en cifras
El 70% de nuestra vida lo pasamos comunicando verbalmente. Este tiempo se reparte así:
A escuchar 45%
A hablar 30%
A leer 15%
A escribir 10%
De todo esto recordamos:
De lo que leemos el 10%
De lo que escuchamos el 20%
De lo que observamos el 30%
De lo que escuchamos y observamos el 50%
De lo que decimos el 80%
De lo que explicamos el 90%
En una conversación, recordamos:
Oímos el 50% de lo que se dice.
Escuchamos el 50% de lo que se oye (solo el 25%).
Comprendemos el 50% de lo que escuchamos (solo el 12,5%).
Creemos el 50% de lo que comprendemos (solo el 6,25%).
Recordamos el 50% de lo que creemos (solo el 3,125%).
¿Cuántas veces hemos hablado un rato largo con nuestros jugadores?
¿Qué ha quedado de nuestras palabras?
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ El 3,125% !!!!!!!!!!
El resto se olvida
Entrenar significa comunicar. Hay quien habla, pero comunica poco y le cuesta relacionarse, Otros por el contrario hablan mucho y dedican poco tiempo a escuchar.
Todo enseñante debe tener siempre presente la importancia de la secuencia:
ESCUCHO = OLVIDO
VEO = RECUERDO
EJECUTO = APRENDO
La enseñanza durante el juego
El entrenador debe estar capacitado y atento en los partidos de entrenamiento. El partido de entrenamiento representa la culminación de la sesión, el desarrollo final de una buena actividad de juego de equipo. Las técnicas y los ejercicios en grupos pequeños son como piezas de un mosaico y enseñar a ponerlos en práctica durante el partido es como tratar de completar el mosaico. Esperar que esas piezas se pongan por sí solas en su lugar es un optimismo excesivo. Para obtener resultados satisfactorios conviene establecer:
– Qué enseñar.
– Dónde enseñar.
– Cómo enseñar.
1)Qué enseñar:
Hay que dedicarse principalmente a objetivos dirigidos a la mejora del juego en equipo.
Defensa: reducir tiempo y espacio; acosar y cubrir; defensa en bloque.
Ataque: creación y aprovechamiento de espacios; pases y movimientos, ataque en bloque.
Esto independientemente de una estrategia de juego. Cada jugador debe aprender a comportarse eficazmente en toda situación.
Habituar a los jugadores a realizar los cálculos apropiados:
– Entre seguridad y riesgo.
– De las posibilidades: saber elegir y hacer aquello que resulta ser lo mejor en una situación concreta (elegir lo mejor).
2)Dónde enseñar:
Los jugadores deben ejercitarse en la realización de acciones de juego en todas las partes del campo. La mejora del juego en equipo en ataque debería conseguirse a partir de los tres cuartos defensivos del campo, del mismo modo que la mejora del sistema defensivo debería conseguirse partiendo de los tres cuartos de ataque. Considero oportuno efectuar ejercicios situacionales en las diversas zonas del campo, es decir, en las zonas donde queramos que estos comportamientos se desarrollen realmente en el partido.
3)Cómo enseñar: Los métodos que están en la base de la enseñanza son:
– Control del juego (por ejemplo, si un equipo debe entrenarse en crear espacios en la zona central del campo, el entrenamiento debe limitarse a esa zona).
– Condiciones de juego (por ejemplo, si hay que concentrarse en los pases rápidos hay que imponer el juego al primer toque, cuando sea posible, y por tanto un movimiento continuo sin balón previendo las decisiones del compañero para poder dar solución al pase antes de que reciba el balón. Si se requiere desbordar en el apoyo hay que imponer que el jugador deba superar en carrera al compañero al que han pasado el balón).
– Parar el juego. Es un método para mostrar a los jugadores las ventajas y desventajas de sus posiciones.
Para este propósito, es necesario que:
a) Se establezca una señal conocida por todos para parar el juego (por ejemplo, dos silbidos, aunque en este sentido estoy convencido de que la señal debe ser necesariamente visual, ya que en el partido el entrenador no puede usar el silbato y por tanto los jugadores deben reconocer visualmente una situación común para todos, de modo que, al reconocerla, todos se comporten como se estableció en el entrenamiento.
b) Los jugadores se detengan sin alterar la situación de juego que se quiere corregir (conviene parar el juego para poner el acento en el tema tratado, no para tratar varios temas).
– Corregir y repetir: Después de haber parado el juego es importante hacer repetir en el modo correcto lo que se ha hecho de modo equivocado.
– Pensar en voz alta: Se trata de un método por el cual el entrenador piensa en voz alta en el lugar del jugador, anticipando sus acciones. Este método se usa a menudo para hacer más eficaz la repetición correctiva.
ENTRENAMIENTO Y CRECIMIENTO
Mediante el entrenamiento se busca la mejora de las capacidades motoras. Algunas capacidades pueden entrenarse y mejorarse, otras pueden educarse y transformarse. Ya hemos dicho que no es posible intervenir en una de ellas sin influir positiva o negativamente en las otras, En los juegos deportivos son importantes las influencias de las diversas capacidades sobre la eficacia del gesto deportivo y este hecho ha producido la noción de «régimen de manifestación». El régimen de manifestación representa el modo de manifestarse de una capacidad motora (por ejemplo, la resistencia en el régimen de velocidad; la velocidad en el régimen de fuerza) y representa también el modo de manifestarse en la mezcla de los factores del entrenamiento (por ejemplo, la preparación física en el régimen técnico, la preparación técnica en el régimen táctico).
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Los componentes de la preparación físico-motora son: