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El Encargado De Los Juegos
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El Encargado De Los Juegos

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El Encargado De Los Juegos
Jack Benton

El tercer libro de la electrizante serie de los misterios de Slim Hardy.

Tras pasar por muy malos momentos, el soldado expulsado y convertido en investigador privado, John «Slim» Hardy es contratado por un terrateniente rico y enigmático, Oliver Ozgood, para descubrir la identidad de un misterioso chantajista. El hombre reclama una fortuna a cambio de su silencio. Afirma ser Dennis Sharp, un antiguo empleado de Ozgood y amenaza con revelar secretos que arruinarían la reputación de la familia Ozgood y enviarían al patriarca a prisión. Solo hay un problema. Dennis Sharp está muerto, asesinado por el propio Ozgood. En su búsqueda de respuestas, Slim se muda a la aldea rural de Scuttleworth, en Devonshire, donde se enfrentará a demonios interiores y exteriores en su caso más complicado hasta el momento.

El Encargado de los Juegos

Jack Benton

Índice

Otras Obras de Jack Benton (#u8c708b87-8e66-5d7a-83e0-e8b05b1ec2c8)

El Encargado de los Juegos (#uf2990576-744e-5198-9fc9-59c782b3a65b)

Capítulo 1 (#u3a59287f-5d5e-5f2b-8fd9-7c85ffbe0bea)

Capítulo 2 (#u45812181-47b4-59cb-856b-74c2832f08e2)

Capítulo 3 (#u332ef38a-1bfa-5cad-a421-a3e3da5cd161)

Capítulo 4 (#u5e2935b3-a72a-5ea7-943c-34cc4010c998)

Capítulo 5 (#udc164767-6b2b-5dc2-a001-b0ae5c2d7ed6)

Capítulo 6 (#u8bbde4cf-22c4-5b68-9dca-efe26f74dedc)

Capítulo 7 (#u4cddac74-c350-51a0-b316-9d1d1b38669b)

Capítulo 8 (#uc93303a6-a5eb-5e18-b02a-2852784fb3e8)

Capítulo 9 (#u78d4145b-e9c5-5186-93ee-79beda831407)

Capítulo 10 (#u6ca4f407-2316-5875-aef9-ef88f581e10a)

Capítulo 11 (#u49111b25-9238-5aff-9ed7-400e6d247ad2)

Capítulo 12 (#u0f47b2ba-a479-56d3-9bfd-8f8282c6b922)

Capítulo 13 (#udc2419d2-bdf7-5eec-992d-726c43d649c0)

Capítulo 14 (#ue3fff278-c0a2-5b79-bff3-e6e293ea9eba)

Capítulo 15 (#u6a00d7b0-8f53-51a3-846d-feb990f38638)

Capítulo 16 (#uf5b76bf7-2a22-563c-a24e-72582ab7974b)

Capítulo 17 (#u39f2ec96-e9af-5b9c-9255-9e9312efcb03)

Capítulo 18 (#u89365dce-6537-5c08-86c7-cc67a7a1fce5)

Capítulo 19 (#u5e106175-32f3-5057-8800-dc77cd0f5e47)

Capítulo 20 (#u3228c7e2-8253-5336-a720-2a1668574e28)

Capítulo 21 (#u098d98dc-563b-5f26-a304-dad57ec09528)

Capítulo 22 (#uc5b7380f-7132-523a-a0ad-fedab03d44d5)

Capítulo 23 (#u8a84acc2-d3b6-5917-928a-572feea36f72)

Capítulo 24 (#ud816c8c2-4475-5ca1-ba22-c7403319765b)

Capítulo 25 (#ud22bdabd-9c47-57aa-b8b5-5815287fe701)

Capítulo 26 (#u1d0863e6-9fc8-5a7d-bd80-e4733bf6347b)

Capítulo 27 (#u98a17a60-1bb1-58e7-a719-a9a21aeaba40)

Capítulo 28 (#uc58d05db-6270-5ead-a8af-c7d075a92eb7)

Capítulo 29 (#u4d3036ad-76a8-58ed-90ae-8ec964d6ddba)

Capítulo 30 (#u5eb39635-2232-5ec5-a1aa-dd336fb431a6)

Capítulo 31 (#u46959b35-e0ce-5398-9c7b-554a46b33c70)

Capítulo 32 (#u83e9e951-c300-53ab-abfe-b5a65d1eb3f4)

Capítulo 33 (#ucf689b79-3f52-5cc6-b9ba-6c12bbde4ed5)

Capítulo 34 (#u151e8fd0-06cf-5ada-8479-00c1b9d51019)

Capítulo 35 (#u073a4b0e-8334-5f3b-a3f9-d473e1ef13a5)

Capítulo 36 (#uf503004c-6c8c-5b38-917f-62cf12957de3)

Capítulo 37 (#u4d557bc5-d146-5f30-9495-c6f76093416b)

Capítulo 38 (#uab020e38-4650-56f7-9858-8a4dcc4ef620)

Capítulo 39 (#uda528310-15b4-53c8-bc8e-cc0f58928512)

Capítulo 40 (#uf2cc8a77-fe74-52a5-a1a6-aa074e75e32b)

Capítulo 41 (#u5ba2bcbf-c094-5b4f-a0c5-7f795d8bd5b1)

Capítulo 42 (#u0243075c-fe6f-5543-a2ff-d873c24da7f9)

Capítulo 43 (#ud40a1bb6-aea2-55a6-91da-73e89dc30964)

Capítulo 44 (#u61d99e4e-91be-5a0b-bff1-222e4b0c5d50)

Capítulo 45 (#u9ea1980d-dd1a-5852-a448-9d63ac1bbf6b)

Capítulo 46 (#u4ed563fd-973a-503b-9bac-ccce024d6367)

Capítulo 47 (#ua76e9b71-4ffe-599c-a9dc-0789bc6bdae1)

Capítulo 48 (#u5c9f8d50-1c2d-57d7-b30f-7d7e42ccd64a)

Capítulo 49 (#ueecda256-3b2a-5965-9867-374ec937a632)

Capítulo 50 (#u32f5bed2-47cf-51ac-b6af-c1899d89df8a)

Capítulo 51 (#u388e21d9-22d3-5428-8ab6-52e9d76f326d)

Capítulo 52 (#uff49ac61-b823-533d-96ca-a15b041653ae)

Capítulo 53 (#u41f6d2c7-b7a4-5f61-83d9-a751dc02701a)

Capítulo 54 (#uee09ce6a-4606-52dc-acd1-2c9a2f83fca6)

Capítulo 55 (#u23a01012-7b5a-50dc-8a42-d5aa0703392f)

Capítulo 56 (#u6eb2e2b7-74db-529b-a2e7-acaac5588954)

Capítulo 57 (#uebd9e475-3c13-5304-a995-249cf5fb2171)

Capítulo 58 (#u426d912a-ae99-54ea-9592-598ccf23651f)

Capítulo 59 (#ua22bdb43-f59f-56ac-b5b8-1415be15df8c)

Capítulo 60 (#u4465bd7b-365e-5d62-9239-4d9ec188c586)

Capítulo 61 (#u9ac755bc-6bf1-57d4-b8d9-2b68ec62185d)

Capítulo 62 (#u19843ce8-ac7e-52a0-834a-dc05d4c7385d)

Epílogo (#u2ac4ee8f-6dc1-5e55-8c82-010326eab5bf)

Sobre el Autor (#ub1fc7a80-d616-5a8f-ac2d-2d343d04ece6)

Otras Obras de Jack Benton

(y disponible en español)

El hombre a la orilla del mar

El secreto del relojero

El Encargado de los Juegos

"El Encargado de los Juegos” Copyright © Jack Benton / Chris Ward 2019

Traducido por Mariano Bas

El derecho de Jack Benton / Chris Ward a ser identificado como el autor de este trabajo fue declarado por él de conformidad con la Ley de derechos de autor, diseños y patentes de 1988.

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación o transmitida, en cualquier forma o por cualquier medio, sin el permiso previo por escrito del Autor.

Esta historia es una obra de ficción y es producto de la imaginación del autor. Todas las similitudes con lugares reales o con personas vivas o muertas son pura coincidencia.

El Encargado de los Juegos

1

Capítulo Uno

El golpe dolió.

Si no hubiera sido por el cubo de alcohol que había bebido, habría dolido mucho más, pensó Slim mientras se doblaba, tensando los restos estancados de los músculos militares de su estómago ante el próximo golpe.

—Lárgate. Ya te lo he dicho y no lo voy a repetir.

Unos dedos se cerraron sobre el cuello de Slim. Apareció un puño cerrado cuya silueta perfilaba una farola. Slim braceó esperando el impacto, pero cuando llegó el golpe no le dolió tanto como esperaba. Cayó al suelo mientras su atacante juraba agitando las manos.

Es lo que pasa con las caras. Generalmente son más duras que los huesos de un puño no acostumbrado a golpear.

El hombre se separó tambaleándose en el callejón. Slim se sentó y una tapa de metal de un cubo de basura le golpeó en un lado, seguido por un saco abierto que hizo que lloviera sobre él comida apestosa, con pieles de zanahorias y patatas pegándose a sus ropas y su cara.

—Si quieres comer tu basura, adelante. Pero si te vuelvo a ver, acabarás en una de esas bolsas. ¿Entendido?

Slim, cegado por una bolsa de papel con un líquido de cocina no identificado, asintió hacia la que esperaba que fuera la dirección correcta. Una incontenible necesidad de decir algo sarcástico para sulfurar aún más al hombre le quemaba como una comezón inalcanzable, pero se resistió. Unos pocos segundos después se apagó el ruido de pisadas. Slim se puso en pie y volvió tambaleándose al canal.

Delante de sus ojos apareció Riverway Queen, la casa barco escorada y arruinada a la que ahora llamaba su hogar. Slim sacó la llave del candado que había comprado con su último dinero suelto, echando a un lado el cartel de PELIGRO: NO ENTRE a un lado de modo que se volviera a colocar en su sitio tras cerrar la puerta.

En la oscuridad, cerró el pestillo interior y luego encendió la pequeña lámpara de parafina que colgaba de un gancho en el techo.

La había costado un poco acostumbrarse al ángulo de inclinación hacia abajo y la izquierda de la barcaza. En el extremo del fondo, un charco de agua chapoteaba en torno a las patas de la mesa y las sillas, subiendo y bajando con la profundidad cambiante del canal, pero la mayoría del interior de la barcaza permanecía intacta. No funcionaba nada, pero un sofá-cama plegable apoyado sobre algunos libros empapados de tapa dura resultaba suficientemente cómodo y había muchos aparadores para almacenar bebida.

Se quitó la ropa y la dejó en el fregadero seco. Mañana sería día de colada, especialmente ahora que tenía sangre sobre su camisa. Se esperaba lluvia por la mañana, así que mañana por la mañana el agua del canal sería buena y fresca. Aunque estaba habituado al olor de pantano mohoso y abono (se lavaba tanto su ropa como a sí mismo en el canal y el jabón era un lujo innecesario), siempre estar verdaderamente limpio hacía que se sintiera bien.

No tenía buen aspecto en el pequeño espejo de encima del fregadero. La lámpara de parafina dejaba la mitad de su cara en la sombra, pero un ojo estaba muy hinchado. Su barba estaba salpicada de sangre y hacía tiempo que necesitaba recortarla o afeitarse por completo. La había dejado crecer demasiado y eso nunca era bueno.

Recordó que una vez un viejo amigo le dijo que los vagabundos eran invisibles, pasando inadvertidos a los ojos del mundo. Slim había descubierto que no era así. En los seis meses que habían pasado desde su desahucio, había sido atacado tres veces, incluyendo esa noche. Una de ellas había sido realizada sin demasiada agresividad por un grupo de amigos que salían pavoneándose de un club nocturno sin nada mejor que hacer y otra con bastante más saña por un grupo de otros mendigos por el pecado de dormir en el sitio de alguien. Patadas, puñetazos e incluso un palo usado por una sombra barbuda no dolieron a Slim tanto como creía. Descubrió que los cuerpos sanaban. El corazón y sus delicadezas eran mucho menos resistentes.

Tomo de una nevera que no funcionaba una cerveza que no estaba fría y quitó el tapón. Sabía mal (estaba caducada, porque era más barata), pero eliminó un poco del dolor.