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PREFACIO
Nuestra historia continúa con Tess, Jake y el Equipo luchando para evitar que los terroristas usen armas nucleares. También intentan abordar otros grandes retos a los que se enfrenta el mundo de hoy: los esfuerzos de los lÃderes rusos para restaurar la influencia del paÃs tras la caÃda de la Unión Soviética; la intransigencia y el peligro que supone Corea del Norte; la disfunción y la corrupción en el continente africano; las terribles guerras en Oriente Próximo; la abominación del ISIS (también llamado ISIL y el Estado islámico) y la tragedia de 16 millones de refugiados y solicitantes de asilo que reclaman refugio en Europa.
Este libro es una obra de ficción a pesar de que utiliza los nombres de personas reales que actualmente aparecen en las noticias. He tratado de mantener la acción consistente con los hechos conocidos. Gran parte de esta historia está basada en eventos contemporáneos documentados que han sido reportados por los medios de comunicación internacionales. Sin embargo, cualquier parecido de los personajes con personas reales es una coincidencia.
Las opiniones y comentarios polÃticos expresados en esta obra son exclusivamente del autor.
1 MANTENIÃNDOSE EN FORMA
Aara estaba llenando su solicitud para la Escuela de Música Julliard. Sentada junto a la adolescente, su madre adoptiva, Tess, estaba ayudando a completar la lista de verificación.
- "Veamos: Registro académico; verificado. Equipo audiovisual; verifÃquelo. Todas las piezas deben ser interpretadas de memoria, de acuerdo con eso. Debe tomar un examen escrito de habilidades musicales básicas y una evaluación de habilidades musicales en persona; no hay problema. Los solicitantes deben presentar un preludio de Bach y una fuga de El Clave Bien Temperado o una obra que contenga una fuga; usted está en buena forma aquÃ. Te dan una lista de sonatas de las cuales puedes seleccionar una pieza. Harás un Beethoven. Quieren que toques una composición sustancial de Chopin, Schumann, bla, bla, bla, bla. Tú harás de Chopin. Bien, aquà tenemos que hacer un trabajo porque quieren dos estudios virtuosos. Nosotros decidiremos cuál quieres hacer. Hay algunas piezas más requeridas, ninguna de las cuales deberÃa ser un gran problema para ti. Con un poco de trabajo, estás lista para irte. Jake ya arregló una cámara y un equipo de audio para la grabación audiovisual requerida".
Aara estaba abrumada. "Tal vez no estoy lista para esto, mamá."
- "TonterÃas", le aseguró Tess mientras repasaba el papeleo. "Te gradúas con las mejores notas y tocas el piano durante cinco años. Tu profesor nos asegura que serás una ganadora".
- "Pero no estoy seguro de ser lo suficientemente buena, Tess."
Tess tomó la mano de la chica. "Cariño, tienes mucho talento. Nadie puede hacer de Chopin mejor que tú. Haces llorar a la gente."
- "Quizá deberÃa unirme a las Valquirias. Es genial hacer lo que ellas hacen."
- "Aara, las Valquirias sólo tocan música aparte. Nuestro trabajo diario es volar aviones y manejar equipo militar. Lo que hacemos no es fácil. Se necesita un montón de entrenamiento y a veces nos ponemos en peligro. Créeme, no quieres hacer eso. En cualquier caso, eres demasiado joven".
- "Pero suena emocionante. Es mejor que pasar los próximos años tocando el piano".
- "Aara, puedo asegurarte que muchas de las cosas que hacemos no son nada divertidas. Tienes más talento que yo. Puedes tener una espléndida carrera como pianista".
- "Tengo miedo, Tess."
- "Por supuesto, tienes miedo, cariño. Julliard es una de las mejores escuelas de música del mundo, pero ahora que lo pienso, muy pocas personas tienen el talento suficiente para entrar y mucho menos para triunfar. En cualquier caso, te ayudaremos".
- "Si tú lo dices", dijo Aara, sin convencerse.
- "Te diré qué haremos. Es mi turno de dirigir la sesión de ejercicios del personal en el gimnasio. ¿Quieres venir?"
- "¡Genial!"
- "¡Súper! Coge tu ropa de entrenamiento y vámonos".
***
Morgan Theresa Turner, llamada Tess por sus amigos, era una jovencita del Ejército que se convirtió en piloto de helicópteros militares y alcanzó el rango de Mayor. Su esposo Jake Vickers también era piloto y ex agente de la CIA. Juntos eran dueños de una compañÃa de servicios militares llamada Desarrollo de Recursos Estratégicos (SRD, por sus siglas en inglés), la cual proporcionaba consultorÃa militar, evaluación de armas y entrenamiento de aeronaves para paÃses en desarrollo. Tess y Jake tenÃan una reputación impecable por trabajar en el mejor interés de sus clientes. El personal de SRD incluÃa personas de varios paÃses que trajeron consigo un historial de trabajo sobresaliente y una experiencia militar significativa. Sus talentos no los eximÃan de asistir a sesiones regulares de acondicionamiento fÃsico intenso en el gimnasio de la compañÃa en la calle 57, ubicado justo debajo de las oficinas de la compañÃa en la ciudad de Nueva York.
Esa mañana, varios miembros del grupo estaban agitándose.
Carmen Cabrera, una piloto que manejó helicópteros de combate con Tess durante la guerra de Irak, fue la mejor amiga de Tess y una de las principales directivas de la compañÃa. Era pequeña pero feroz como sólo podÃa ser una persona criada en los ghettos de Los Ãngeles. Nicola Orsini, el marido de Carmen era un alto italiano del norte, de pelo dorado y guapo. Era piloto, experto en sistemas de armas europeos y el mejor amigo de Jake. Además, era un lingüista consumado, una habilidad útil, ya que la empresa operaba en varios paÃses de todo el mundo. Esta mañana tuvo problemas para motivar a su amada a levantarse de la cama e ir al gimnasio. Carmen finalmente se arrastró hasta la cocina. TenÃa náuseas, asà que se saltó el desayuno y se conformó con un poco de leche.
Claudine Bisson, directora de SRD en ParÃs, era piloto de caza francesa. A menudo estaba en Nueva York para reuniones regulares. Al igual que Tess, era hermosa, feroz, implacable y, a diferencia de Tess, tenÃa un malvado sentido del humor y podÃa encantar a cualquiera. Perpetuamente en busca del hombre perfecto, hasta ahora, ella habÃa fallado en encontrar uno. Sus conquistas estaban en legiones, pero en su mente, todos los chicos que conoció resultaron ser egoÃstas, perezosos y débiles.
Galina Kutuzova, piloto de helicóptero ruso y experta en bases de datos, vivió con Alexander Ivánovich Tukhachevsky, Alex Tuck para abreviar, que era especialista ruso en armas. Ambos habÃan sido atletas olÃmpicos y se veÃan bien. Apodados Thor y Brünnhilde por el personal, eran especÃmenes fÃsicos formidables. Altos, rubios, musculosos y con caras cinceladas, encajan en la imagen de los dioses nórdicos. Ayer por la noche apenas durmieron, habiéndose quedado despiertos hasta altas horas de la madrugada para entretener a los amigos rusos y recordar el viejo paÃs. El resultado predecible de su indulgencia fue una terrible resaca de vodka. Gimiendo y gimiendo, se arrastraron al gimnasio.
Ifeyinwa Idigbe Ukume, a quien el Equipo llamó Alice, era una detective nigeriana que trabajó con el equipo en el pasado para luchar contra la prostitución nigeriana en Europa. Cuando estaba en la ciudad, participó en actividades de equipo.
George Kimmel era un profesional de inteligencia militar que trabajaba estrechamente con Jake. VivÃa con Yasmin Badawi, un arqueólogo sirio que él y Nicola habÃan rescatado de ISIS, el grupo terrorista. Yasmin habÃa sido maltratada y traumatizada, pero se recuperó con la ayuda de sus amigos de SRD y durante el último año se habÃa convertido en un valioso miembro de la compañÃa. Estaba decidida a vengarse de sus captores y estaba muy motivada para aprender habilidades militares. Ella y George participaron con entusiasmo en las actividades de acondicionamiento fÃsico de la compañÃa. Para calentarse para el gimnasio, corrieron desde su apartamento en la calle 14.
Ken Ross era un francotirador de primera y un alto directivo. Un veterano del ejército con servicio en Irak y Afganistán era un solitario, y ferozmente leal a Jake y Tess. Estaba muy en forma y las sesiones de gimnasia tres veces a la semana no representaban ningún desafÃo para él.
Joe Slezak fue el Gerente de TecnologÃa de la Información de SRD y trabajó con Galina. De constitución ligera, llevaba barba de Van Dyke, era un genio de la informática. Intentaba mantener una relación a largo plazo con su prometida Trudi, una cantante de ópera argentina que viajó por todo el mundo. Joe estaba de mal humor cuando ella no estaba.
Por último, pero no menos importante, John Powers era un especialista en armas. PodÃa manejar cada dispositivo letal en el arsenal, y estaba a cargo de entrenar al personal sobre cómo usar el hardware.
Las cinco mujeres clave, apodadas "Valkirias" por el resto de la compañÃa, formaron el núcleo de operativos, agentes y pilotos capacitados que se dedicaban a los servicios de entrenamiento de aviones y armas para paÃses del tercer mundo que necesitaban mejorar las capacidades de sus fuerzas armadas. Ocasionalmente, la compañÃa se involucró en combates reales, últimamente contra Boko Haram en Nigeria. También lucharon en México, donde las Valquirias y los hombres de SRD diezmaron un convoy de traficantes mexicanos, liberando asà a cientos de mujeres destinadas a la prostitución en Estados Unidos.
Por otro lado, las mujeres tocaron música de cámara como "Las Valquirias juntas", creado por Jake para ayudar a pagar un proyecto de trata de personas que les costó un año de sus vidas. Las mujeres realizaban conciertos varias veces al año, y las ganancias netas se destinaban a diversas organizaciones no gubernamentales que trabajaban para prevenir la explotación de la mujer.
Los gerentes clave de SRD se turnaron para dirigir sesiones de entrenamiento fÃsico intenso para el personal. Cuando los miembros del personal se reunieron en el gimnasio sólo para enterarse de que hoy era el turno de Tess para dirigir el ejercicio, estallaron en gemidos. Galina, que se habÃa tomado cuatro aspirinas para cuidar su resaca, se apoyó en Alex, que también sufrÃa de la misma condición y declaró que saltarÃa del puente de Brooklyn en lugar de sufrir la crueldad despiadada de Tess. Alex estuvo de acuerdo en que era una idea excelente y que la acompañarÃa durante la ejecución del acto desesperado.
Carmen, por lo general una participante entusiasta, acababa de controlar su estómago, y secretamente esperaba saltarse la sesión de tortura, pero era muy consciente de que la echarÃan de menos. Comenzó a calentar al lado de Nicola, quien no se mostró perplejo ante el desafÃo que se avecinaba.
Ninguna de las quejas de buen carácter del personal disuadió a la implacable Tess de realizar una dura sesión de gimnasia, entrenamiento con pesas y artes marciales. Los participantes apodaron a la exigente rutina de Tess, âLa Inquisición Españolaâ y durante el ejercicio lanzaron comentarios juguetones como "Te odiamos" y "Voy a vomitar". Fiel a su forma, Tess ignoró las súplicas de misericordia y persistió en empujar implacablemente a su personal al lÃmite.
Después de dos horas de mortificación de la carne, la sesión culminó con un recorrido por la ciudad. Tess tenÃa un circuito favorito a través de Central Park, paralelamente a la Quinta Avenida. Los chicos prefirieron ir al centro hacia Battery.
Las Valkirias eran todas hermosas y súper en forma, y a menudo atraÃan a potenciales malhechores que las miraban con los ojos y a veces trataban de interferir con su rutina de correr. Cuando el grupo se acercó a la calle 97 en la parte norte del parque, cinco hombres desaliñados que no tenÃan nada mejor que hacer estaban en busca de nuevas vÃctimas y aparentemente carecÃan de suficientes habilidades de evaluación porque iban tras las atractivas damas. Después de correr detrás del grupo por un tiempo, los hombres corrieron cuando vieron a Carmen dejando atrás a sus colegas y trataron de sacarla de la carrera. Las otras mujeres, ocupadas tratando de seguirle el ritmo a Tess, no se dieron cuenta de lo que estaba pasando detrás de ellas. Uno de los hombres agarró a Carmen por el brazo e intentó tirarla al suelo. Carmen se escabulló como un gato, dio una voltereta y terminó de pie frente a ellos.
Un hombre grande y corpulento, con una estúpida sonrisa en la cara, se enfrentaba ahora a la preciosa mujercita que tenÃa delante. "Vaya, ¿qué tenemos aquÃ? Parece un bocado sabroso".
Carmen miró al tipo con escepticismo. "¿Y crees que quieres dar un mordisco?"
El hombre se acercó. "Puede que quiera más que un mordisco. ¿Qué tal la enchilada entera?" Ãl hizo un movimiento para agarrarla, pero Carmen de repente saltó y aterrizó con ambos pies en el pecho, enviando al insolente Neandertal a estrellarse contra su espalda. El bruto caÃdo se quedó agachado durante un minuto, jadeando e intentando recuperar el aliento. Mientras tanto, sus amigos, indignados por la temeridad de la pequeña mujer que se negó a ser su vÃctima, se movieron para atacar a Carmen, sólo para encontrarse con Tess, que se habÃa dado la vuelta para ver lo que estaba pasando. Tess reconoció la situación como una oportunidad para mostrar sus habilidades únicas de lucha.
Voló en el aire y plantó su pie en las mandÃbulas de dos de los agresores, cortándolas como sacos de patatas. No pasó mucho tiempo antes de que el resto de las chicas se unieran a la lucha y practicaran sus habilidades marciales con los demás matones, quienes finalmente recobraron el sentido común y eligieron cojear tan rápido como pudieron.
Tess se acercó a Carmen con preocupación. "¿Estás bien, chica?"
- "Claro, diviértete, Tess. Sólo son ratas de ciudad".
- "Creo que estás insultando a las ratas."
- "Tienes razón Tess. Son bichos".
El grupo volvió a correr, riéndose de la retirada precipitada de los aspirantes como asaltantes humillados. A medida que se acercaban al final de la carrera, Carmen alcanzó a Tess, que como de costumbre no mostraba ni una pizca de fatiga.
- "Tess, debo estar envejeciendo. Estoy sin aliento. Por favor, más despacio".
- "Carmen, nunca has sido una debilucha. Esfuérzate más". Tess se fue otra vez. "¡Te echo una carrera a la oficina!"
Carmen se detuvo y se agachó, con el estómago revuelto. Sus náuseas habÃan vuelto. El resto de las Valquirias la pasaron por alto, exhortándola a hacer mayores esfuerzos. Carmen retomó la carrera, pero pronto tuvo que abandonar y sentarse en los escalones de una casa de pueblo, recobrando el aliento. Tess se dio la vuelta y vio lo que estaba pasando. Volvió corriendo a Carmen y se sentó a su lado, preocupada.
- "¿Qué pasa, chica? Nunca te habÃa visto renunciar. ¿Esos hombres te molestaron?" Carmen respiraba con dificultad, tratando de no sucumbir a las náuseas.
- "Tess, me temo que estoy embarazada. Esto es un maldito inconveniente".
Tess sonrió. "Carmen, son buenas noticias. Nicola estará encantado."
- "SÃ, ¿pero qué hay de mÃ? Se suponÃa que esto no pasarÃa hasta dentro de un año".
- "Las cosas pasan cuando menos te las esperas. Un bebé es algo hermoso. La familia de Nicola se volverá loca."
- "SÃ, y también todo el pueblo de Chiavari. Insistirán en arrastrarme de vuelta a Italia, para poder encerrarme en el dormitorio, con las hermanas de mamá y Nicola encima de mà veinticuatro horas al dÃa, tratando de disecarme como un ganso de Estrasburgo. No podré moverme y engordar en un santiamén".
- "Vamos, Carmen. Estás exagerando. Conocà a la familia de Nicola, y son gente encantadora".
- "Me encantan por partes, pero no quiero ir allÃ, Tess. Además, tienen nociones extrañas. TodavÃa no creen en el aire acondicionado, los lavaplatos y las secadoras de ropa. A veces, me vuelven loca".
Tess se rió. "Todo es parte del encanto. ¿Ya se lo dijiste a Nicola?"
- "No, no lo hice. Tengo miedo de que me lleve a Italia inmediatamente."
- "PodrÃa ser peor, pero estoy segura de que podemos solucionarlo. Nos adaptaremos y acomodaremos a sus necesidades. No tienes que ir a Nigeria con el equipo. Nos las arreglaremos." Tess estaba mintiendo. Carmen era el corazón de las operaciones y el gurú de la logÃstica de la empresa.
- "Me voy a Nigeria, Tess."
- "Carmen, no te preocupes. Arreglaremos las cosas. Tener un bebé es una gran ocasión. DeberÃas disfrutar de la experiencia. Créeme, pocas cosas en la vida son más hermosas".
- "Lo sé, Tess, pero no quiero que me dejen de lado. Tenemos mucho trabajo que hacer, y no te defraudaré ni a ti ni al equipo".
- "Nunca nos decepcionas, y no vas a empezar ahora, Carmen. Alégrate, disfruta de este fantástico evento y trabajaremos en ello".
- "Gracias, Tess. Eres una muñeca. Tenemos que planear para que el bebé no se interponga en el camino".
- "No te preocupes por eso. Cuéntale a Nicola las buenas noticias y vete a un buen restaurante a celebrarlo". Carmen abrazó a Tess. Caminaron el resto del camino, planeando las aventuras que les aguardaban.
2 PLANIFICACIÃN DE TRAVESURAS
En Pyongyang, Corea del Norte, Laurent Belcour se relajó en un gran jacuzzi. Dos mujeres asiáticas desnudas lo flanqueaban, arrullando y acariciando seductoramente su pecho peludo. Frente a él, Kim Jong-un, el Gran LÃder de Corea del Norte, también estaba disfrutando de las ministraciones de dos mujeres altas y rubias. Kim estaba siendo tratado por gota. Un glotón, que habÃa hinchado hasta casi 300 libras y sufrÃa de muchas dolencias directamente relacionadas con su estilo de vida indulgente. Alrededor de ellos, atractivas señoritas, miembros de la "compañÃa de placer" de Kim, deambulaban casualmente, listas para cumplir todos los deseos del dictador.
Al tomar el poder, el Gran LÃder disolvió un grupo de mujeres escogidas por su padre y predecesor, Kim Jong-il. Tras la conclusión de un perÃodo oficial de duelo de tres años tras la muerte de su padre, el nuevo dictador norcoreano fue libre de elegir una nueva generación de compañeras. Envió agentes para encontrar a las mujeres más hermosas del paÃs y las llevó a las muchas mansiones del dictador, donde se esperaba que estuvieran disponibles a pedido.
Aunque la mayorÃa de las mujeres eran cantantes, bailarinas o sirvientas, la élite norcoreana convirtió en concubinas a las que se consideraba especialmente bellas. Según los periódicos extranjeros, muchas de las mujeres que se "retiraron" de los escuadrones a los 20 años terminaron siendo emparejadas con oficiales militares que buscaban esposas.
Hasta el año pasado, Laurent Belcour era el director de la Organización Internacional para el Desarrollo (OID). Tuvo que dimitir de su cargo debido a un desagradable episodio en los tribunales franceses, donde se vio obligado a defenderse de las acusaciones de utilizar prostitutas para sus fiestas sexuales organizadas, la menor de sus transgresiones, que en la vida real incluÃan el tráfico sexual de menores. Ãl y sus asociados lograron escapar de la condena, pero el daño ya estaba hecho. No sólo perdió su prestigiosa posición, sino que su reputación fue mancillada. El desafortunado suceso no le impidió seguir viviendo aventuras sexuales y dedicándose a la trata de personas.
El pasado ajetreado de Belcour no afectó su posición como astuto estratega financiero. HabÃa establecido rápidamente una práctica de consultorÃa centrada en los desafÃos económicos de los paÃses en desarrollo. Era bueno creando estrategias que en la mayorÃa de los casos producÃan resultados. Se propagó la voz y ahora estaba ocupado asesorando a muchos jefes de estado.
Su proyecto actual consiste en trabajar con Corea del Norte para ayudar a encontrar soluciones a las terribles condiciones económicas que afectan al paÃs. Acababa de terminar de estudiar aspectos importantes de las finanzas del paÃs y lo que habÃa encontrado no era prometedor.
El Gran LÃder seguÃa disfrutando de las ministraciones de las dos espléndidas bellezas ucranianas.
- "¿Está disfrutando de las damas que le traje, Gran LÃder?" preguntó Belcour.
- "Mucho," respondió el tirano gordito. "Es agradable estar en comunión con mujeres altas y hermosas de vez en cuando. ¿Estás contento con nuestras damas locales?"
- "Son agradables y obedientes, Gran LÃder. No podrÃa desear más."
Los dos hombres hablaban en francés, Kim aprendió el idioma mientras estudiaba en Suiza cuando era joven.
- "Monsieur Belcour, entiendo que revisaste nuestros datos financieros y estadÃsticas económicas. ¿Llegaste a alguna conclusión?"
- "Tengo a Gran LÃder, pero me temo que la situación no es prometedora. Estoy algo indeciso de estropear esta agradable tarde con tediosa información financiera."
- "Por eso te pedà que me visitaras, Belcour. Mis oficiales son demasiado cobardes para discutir asuntos desagradables". Una declaración verdadera, principalmente porque Kim era propenso a ejecutar a cualquiera que no le dijera lo que querÃa oÃr.
- "Bueno, dijiste que esperabas que te diera opiniones sin filtrar sobre la situación actual y que sugiriera posibles soluciones. PermÃtanme resumir dónde estamos. Las sanciones impuestas por Estados Unidos y otras potencias occidentales a causa de sus misiles y su programa nuclear han impedido que su paÃs se una a la comunidad financiera internacional. Para compensar, China ha apoyado a Corea del Norte permitiendo que su gente trabaje en fábricas situadas fuera de sus fronteras. Los chinos pagan sus salarios a su gobierno, y ustedes pagan a los trabajadores lo que quieran. Usted tenÃa un acuerdo similar con Corea del Sur para instalaciones ubicadas en su paÃs, pero los surcoreanos se retiraron debido a que usted envió misiles balÃsticos a la estratosfera. Eso no ayuda. Realmente necesitas los dólares generados por la cooperación con el Sur".
- "Yo no me preocuparÃa demasiado por las riñas con mis camaradas sureños; son débiles y temerosos. Saben que podrÃa aniquilar Seúl en un par de dÃas porque la ciudad está tan cerca de nuestra frontera. ConfÃo en China, y me gusta molestarlos. Saben muy bien que no tienen más remedio que apoyar a mi régimen porque lo último que quieren es una Corea unida, respaldada y armada por los estadounidenses en su frontera. En cualquier caso, sabes que gran parte de nuestro comercio es con China, que proporciona los bienes de lujo que necesito para mantener a mi gente feliz".
- "Con el debido respeto, Gran LÃder, la situación no es sostenible a largo plazo. Cuanto más amenaces la guerra con tus armas nucleares, más apretarán la soga los aliados. En algún momento, te verás obligado a capitular, a menos que encontremos soluciones creativas".
- "Me gusta cómo piensas, Belcour. Soluciones creativas, que suelen faltar en mis cÃrculos. Por favor, comparte tus pensamientos conmigo."
- "Estaré encantado de darte algunas ideas, pero primero necesito salir de esta bañera antes de que me hierva vivo."
El Gran LÃder hizo un gesto con la mano, y varias señoras les trajeron grandes toallas. Kim y Belcour se trasladaron a una mesa de esquina adornada con un hermoso arreglo floral. Los asistentes trajeron dos vasos acanalados y les sirvieron de una botella de Dom Perignon.
Belcour tomó un sorbo y se preparó para compartir su plan.
- "Gran LÃder, necesitamos pensar fuera de la caja si queremos progresar y superar los obstáculos que tenemos frente a nosotros. Estados Unidos y sus aliados van a seguir imponiendo sanciones y es poco probable que cejen hasta que usted renuncie a su programa de armas nucleares. Ellos obligaron a Irán a dejar el suyo, y ahora creen que pueden usar el mismo enfoque contra ti."
- "Los iranÃes aún no tenÃan las bombas, pero yo sÃ. Mi ejército está trabajando para miniaturizar las armas nucleares mientras hablamos. Pronto podré desplegar misiles que puedan llegar al oeste de los EE.UU. y llamar su atención".
- "Gran LÃder, ya está recibiendo más atención de la que deberÃa. La Flota Americana del PacÃfico está navegando en el Mar de China del Sur. Su objetivo principal es enviar un mensaje a los chinos después de que ocuparon ilegalmente unas pocas islas desiertas, pero también buscan acorralarte. Ellos pilotaron aviones de combate F-22 en su espacio aeroespacial con impunidad y están trayendo bombarderos B-52 con capacidad nuclear. Si envÃas un misil a cualquier lugar cerca de su zona de interés, los americanos se abalanzan sobre ti con una venganza. Si envÃan sus armas nucleares a donde se supone que no deben ir, los americanos convertirán a su paÃs en un estacionamiento".
- "No antes de que borre Seúl de la faz de la tierra."
Belcour empezaba a perder la paciencia con la obstinada versión asiática de CalÃgula. SabÃa que tenÃa que encontrar algún tipo de solución para sacarlo de su ilógico estado mental.
- "Gran lÃder, no puedes esperar que China continúe apoyándote si envÃas bombas nucleares contra tus vecinos, por no hablar de Estados Unidos. China ahora disfruta de importantes lazos económicos con los EE.UU. y Europa. No es ventajoso para ellos involucrarse en una guerra contra sus mayores clientes".
- "Los chinos seguirán apoyándome porque no tienen elección."
"De nuevo, no contarÃa más con eso. En cualquier caso, si se inicia una guerra, se carece de los recursos para durar más de unas pocas semanas. Pueden jactarse de sus armas nucleares, pero si las usan significará el fin de su régimen y de su pueblo. Me disculpo si parezco demasiado directo."
- "Supongamos que tienes razón, Belcour. Entonces, ¿cuál es tu plan?"
Belcour tomó otro sorbo de champán y adoptó una postura de profesor.