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NOVIA. ¡Tengo como un golpe en las sienes!
CRIADA. Una novia de estos montes debe ser fuerte. (Al NOVIO.) Tú eres el único que la puedes curar, porque tuya es. (Sale corriendo.)
NOVIO (abrazándola). Vamos un rato al baile. (La besa.)
NOVIA (angustiada). No. Quisiera echarme en la cama un poco.
NOVIO. Yo te haré compañía.
NOVIA. ¡Nunca! ¿Con toda la gente aquí? ¿Qué dirían? Déjame sosegar un momento.
NOVIO. ¡Lo que quieras! ¡Pero no estés así por la noche!
NOVIA (en la puerta). A la noche estaré mejor.
NOVIO. ¡Que es lo que yo quiero!
(Aparece la MADRE.)
MADRE. Hijo.
NOVIO. ¿Dónde anda usted?
MADRE. En todo ese ruido. ¿Estás contento?
NOVIO. Sí.
MADRE. ¿Y tu MUJER?
NOVIO. Descansa un poco. ¡Mal día para las novias!
MADRE. ¿Mal día? El único bueno. Para mí fue como una herencia.
(Entra la CRIADA y se dirige al cuarto de la NOVIA.)
Es la roturación de las tierras, la plantación de árboles nuevos.
NOVIO. ¿Usted se va a ir?
MADRE. Sí. Yo tengo que estar en mi casa.
NOVIO. Sola.
MADRE. Sola no. Que tengo la cabeza llena de cosas y de hombres y de luchas.
NOVIO. Pero luchas que ya no son luchas.
(Sale la CRIADA rápidamente; desaparece corriendo por el fondo.)
MADRE. Mientras una vive, lucha.
NOVIO. ¡Siempre la obedezco!
MADRE. Con tu mujer procura estar cariñoso, y si la notas infatuada o arisca, hazle una caricia que le produzca un poco de daño, un abrazo fuerte, un mordisco y luego un beso suave. Que ella no pueda disgustarse, pero que sienta que tú eres el macho, el amo, el que mandas. Así aprendí de tu padre. Y como no lo tienes, tengo que ser yo la que te enseñe estas fortalezas.
NOVIO. Yo siempre haré lo que usted mande.
PADRE (entrando). ¿Y mi hija?
NOVIO. Está dentro.
MUCHACHA 1ª. ¡Vengan los novios, que vamos a bailar la rueda!
MOZO 1º (al NOVIO). Tú la vas a dirigir.
PADRE (saliendo). ¡Aquí no está!
NOVIO. ¿No?
PADRE. Debe haber subido a la baranda.
NOVIO. ¡Voy a ver! (Entra.)
(Se oye algazara y guitarras.)
MUCHACHA 1ª. ¡Ya han empezado! (Sale.)
NOVIO (saliendo). No está.
MADRE (inquieta). ¿No?
PADRE. ¿Y a dónde pudo haber ido?
CRIADA (entrando). ¿Y la niña, dónde está?
MADRE (seria). No lo sabemos.
(Sale el NOVIO. Entran tres invitados.)
PADRE (dramático). Pero, ¿no está en el baile?
CRIADA. En el baile no está.
PADRE (con arranque). Hay mucha gente. ¡Mirad!
CRIADA. ¡Ya he mirado!
PADRE (trágico). ¿Pues dónde está?
NOVIO (entrando). Nada. En ningún sitio.
MADRE (al PADRE). ¿Qué es esto? ¿Dónde está tu hija?
(Entra la MUJER de LEONARDO.)
MUJER. ¡Han huido! ¡Han huido! Ella y Leonardo. En el caballo. ¡Iban abrazados, como una exhalación!
PADRE. ¡No es verdad! ¡Mi hija, no!
MADRE. ¡Tu hija, sí! Planta de mala madre y él, también él. ¡Pero ya es la mujer de mi hijo!
NOVIO (entrando). ¡Vamos detrás! ¿Quién tiene un caballo?
MADRE. ¿Quién tiene un caballo ahora mismo, quién tiene un caballo?, que le daré todo lo que tengo, mis ojos y hasta mi lengua…
VOZ. Aquí hay uno.
MADRE (al HIJO). ¡Anda! ¡Detrás!
(Sale con dos mozos.)
No. No vayas. Esa gente mata pronto y bien…; ¡pero sí, corre, y yo detrás!
PADRE. No será ella. Quizá se haya tirado al aljibe.
MADRE. Al agua se tiran las honradas, las limpias; ¡ésa, no! Pero ya es mujer de mi hijo. Dos bandos. Aquí hay ya dos bandos.
(Entran todos.)
Mi familia y la tuya. Salid todos de aquí. Limpiarse el polvo de los zapatos. Vamos a ayudar a mi hijo.
(La gente se separa en dos grupos.)
Porque tiene gente; que son sus primos del mar y todos los que llegan de tierra adentro. ¡Fuera de aquí! Por todos los caminos. Ha llegado otra vez la hora de la sangre. Dos bandos. Tú con el tuyo y yo con el mío. ¡Atrás! ¡Atrás!
(Telón.)
ACTO TERCERO
CUADRO PRIMERO
Bosque. Es de noche. Grandes troncos húmedos. Ambiente oscuro. Se oyen dos violines. Salen tres LEÑADORES.
LEÑADOR 1º. ¿Y los han encontrado?
LEÑADOR 2º. No. Pero los buscan por todas partes.
LEÑADOR 3º. Ya darán con ellos.
LEÑADOR 2º. ¡Chissss!
LEÑADOR 3º. ¿Qué?
LEÑADOR 2º. Parece que se acercan por todos los caminos a la vez.
LEÑADOR 1º. Cuando salga la luna los verán.
LEÑADOR 2º. Debían dejarlos.
LEÑADOR 1º. El mundo es grande. Todos pueden vivir en él.
LEÑADOR 3º. Pero los matarán.
LEÑADOR 2º. Hay que seguir la inclinación; han hecho bien en huir.
LEÑADOR 1º. Se estaban engañando uno a otro y al fin la sangre pudo más.
LEÑADOR 3º. ¡La sangre!
LEÑADOR 1º. Hay que seguir el camino de la sangre.
LEÑADOR 2º. Pero sangre que ve la luz se la bebe la tierra.
LEÑADOR 1º. ¿Y qué? Vale más ser muerto desangrado que vivo con ella podrida.
LEÑADOR 3º. Callar.
LEÑADOR 1º. ¿Qué? ¿Oyes algo?
LEÑADOR 3º. Oigo los grillos, las ranas, el acecho de la noche.
LEÑADOR 1º. Pero el caballo no se siente.
LEÑADOR 3º. No.
LEÑADOR 1º. Ahora la estará queriendo.
LEÑADOR 2º. El cuerpo de ella era para él y el cuerpo de él para ella.
LEÑADOR 3º. Los buscarán y los matarán.
LEÑADOR 1º. Pero ya habrán mezclado sus sangres y serán como dos cántaros vacíos, como dos arroyos secos.
LEÑADOR 2º. Hay muchas nubes y será fácil que la luna no salga.
LEÑADOR 3º. El novio los encontrará con luna o sin luna. Yo lo vi salir. Como una estrella furiosa. La cara color ceniza. Expresaba el sino de su casta.
LEÑADOR 1º. Su casta de muertos en mitad de la calle.