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Versos Breves Sobre Tortugas
Versos Breves Sobre Tortugas
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Versos Breves Sobre Tortugas

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un poquito se ha quedado

de pronto da media vuelta

y de allí se ha marchado.

El avestruz pensativo

mirando allí estaba

“Se le habrá olvidado algo”

de la tortuga pensaba.

Y mientras la tortuguita

se ha ido del lugar

a donde no haya hoyos

que no la dejen pasar.

Y así Doña Tortuga

su paseo ha seguido

sin el molesto avestruz

que al verla se ha reído.

Porque ella es muy anciana

y le molesta un poquito

que le llamen tortuguita

y siempre lo tiene dicho.

―Me llamo Doña Tortuga

la más vieja del lugar

he vivido muchos años

y por aquí voy a estar.

AMOR

2. UNA MAMÁ ELEFANTA

Una mamá elefanta

un día le regañaba

a su pequeño hijito

por qué despacio marchaba.

Una tortuga que estaba

durmiendo en el camino

escuchó a la elefanta

y muy curiosa intervino.

Sacando la cabecita

la tortuga preguntó

“¿elefanta que te pasa?”

y esta le contestó.

“El pequeño que no quiere

más deprisa hoy andar

y de esa forma tan lenta

nunca vamos a llegar”.

La tortuga la miraba

con muchísima atención

y contesta a la elefanta

“eso no lo creo yo”.

“¿Por qué?” pregunta curiosa

la mamá allí al lado

la tortuga le sonríe

y así la ha contestado.

“Lenta, lenta, no parece

su forma de caminar

pues lo hace muy deprisa

yo no le podría alcanzar”.

La elefanta pensativa

un poquito se ha quedado

luego mira a la tortuga

y así le ha contestado.

“Perdona no me di cuenta

de que hablaba contigo

sé que tú eres muy lenta

más yo sé lo que me digo”.

“¿Lenta yo?” ha preguntado

la tortuga enfadada

“pues no existe ningún lado

en donde yo no llegara”.

“Puedo nadar por el mar

subir las cuestas muy pinas

cruzar por todos los campos

y dormir por las esquinas”.

“De eso estoy segura”

la elefanta la decía

“pues siempre estas caminando

por la noche y por el día”.

El pequeño que escuchaba

ahora ha interrumpido

“no quiero andar por la noche”

y corriendo se ha ido.

Riéndose la elefanta

a la tortuga decía

“como siempre has ayudado

si no nadie le movía”.

“Cuando quieras otra vez

que te vuelva a ayudar

no tienes más que decirlo

ya sabes dónde voy a estar”.

“Adiós”- dice la elefanta-

que de allí se marchaba

para seguir a su hijito

que muy rápido andaba.

Porque era muy miedoso

y no quería salir

por la noche a caminar

él prefería dormir.

Metido en su casita

al lado de su mamá

acostado en su camita

donde peligro no habrá.

AMOR

3. UNA NOCHE DE TORMENTA

Una noche de tormenta