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Cuentos Habbaassi IV
Juan Moisés De La Serna
―Los cangrejos cambian de color según la estación que haga y según el calor de las aguas, y así los que los cogen saben si los tienen que comer o no, según dicen los antiguos, los cangrejos que se pueden comer son los negros, pues los colorados, tienen unas sustancias que son veneno para los hombres/mujeres. ―Los cangrejos cambian de color según la estación que haga y según el calor de las aguas, y así los que los cogen saben si los tienen que comer o no, según dicen los antiguos, los cangrejos que se pueden comer son los negros, pues los colorados, tienen unas sustancias que son veneno para los hombres/mujeres. Esto se lo comentaba un anciano a un joven que había cogido un gran cangrejo colorado y el joven preguntó al anciano,
Juan Moisés de la Serna
Cuentos Habbaassi IV
Cuentos
Habbaassi
IV
Juan Moisés de la Serna
Editorial Tektime
2019
“Cuentos Habbaassi IV”
Escrito por Juan Moisés de la Serna
1ª edición: julio 2019
© Juan Moisés de la Serna, 2019
© Ediciones Tektime, 2019
Todos los derechos reservados
Distribuido por Tektime
https://www.traduzionelibri.it
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Prólogo
―Los cangrejos cambian de color según la estación que haga y según el calor de las aguas, y así los que los cogen saben si los tienen que comer o no, según dicen los antiguos, los cangrejos que se pueden comer son los negros, pues los colorados, tienen unas sustancias que son veneno para los hombres/mujeres.
Esto se lo comentaba un anciano a un joven que había cogido un gran cangrejo colorado y el joven preguntó al anciano,
Dedicado a mis padres
EL CANGREJO COLORADO-CO
―Los cangrejos cambian de color según la estación que haga y según el calor de las aguas, y así los que los cogen saben si los tienen que comer o no, según dicen los antiguos, los cangrejos que se pueden comer son los negros, pues los colorados, tienen unas sustancias que son veneno para los hombres/mujeres.
Esto se lo comentaba un anciano a un joven que había cogido un gran cangrejo colorado y el joven preguntó al anciano,
–Dime de dónde has sacado la historia.
–Fue cuando era niño, entonces no era muy listo, no era sabio como ahora cuando soy anciano, y estaba al lado del río, y vi un gran cangrejo colorado, y lo cogí y el cangrejo me habló y me contó la historia que te he contado ―y aquel anciano le contestó―, pero como vi que me la contaba cuando estaba a punto de morir, que es cuando siempre se dice la verdad o la mentira si te puedes salvar, decidí dejarle en paz.
–Me voy a arriesgar ―dijo el joven―, pues puede que aquel cangrejo lo dijera para salvarse.
Comió el cangrejo colorado, y por la noche murió, pero antes, cuando estaba con dolores dando grandes gritos, llamaba al anciano para que viniera, y cuando lo hizo, le dijo,
–Enseña a todos que aquel cangrejo te dijo la verdad, tan solo se puede comer los que son negros y no los colorados.
EL GRILLO QUE NO CANTABA
Un niño había cogido un grillo y lo puso con una hoja de lechuga mojada y esperó a que cantara, pero el grillo no lo hacía. Esperó dos días más y al final tiró el grillo al campo y cuando se sintió libre y se escondió, el grillo cantó.
El niño que lo escuchó lo comentó en casa y el padre le dijo,
–¡Bien por el grillo!, es inteligente, sabe que si canta muere en cautividad, sabe que la lechuga es solo para darle fuerzas para que cante, y él se resiste y no canta, pero cuando está libre y seguro lo celebra dándolo a conocer a los suyos.
Ver que eso hacen los grillos, cuando existe un peligro se callan y cuando este ha pasado vuelven a cantar, ¿eso como lo llamáis?, el padre decía:
–Lo llamo inteligencia.
La madre que escuchó a su marido, estuvo de acuerdo con él, y así le dijo,
–Si quieres escuchar el alegre canto del grillo, dale libertad, y si le quieres tener cerca ponle de comer cerca, pero déjale libre, que venga y que cante, él te lo agradecerá.
LA HORMIGA Y EL CIERVO
Los cuentos son relatos imaginarios que contienen enseñanzas populares, este en particular se contaba hace más de cuatro mil doscientos cincuenta años, en una región de la actual Etiopía, y normalmente se contaba por los ancianos al anochecer alrededor de un fuego.
Un ciervo pastaba por el campo y escuchó una voz que desde una planta próxima a la que iba a engullir le gritaba lo siguiente.
–Despierta ciervo y mira lo que comes, pues con tú torpeza en el andar, en el comer, en el combate, y el descomer, pones en peligro las vidas de otros seres más inteligentes que tú.
El ciervo que estaba adormilado, abrió los ojos y miró por todas partes y como nada vio los volvió a cerrar y siguió comiendo, siendo interrumpido por la misma voz, esta vez más chillona que le dijo,
–Despierta ciervo que además de torpe eres ciego, no me ves, ¿o es que tu abultada cabeza tiene tampoco de inteligencia que no conoce a una hormiga?, ¿o es que no sabes que las hormigas somos los seres más inteligentes de la Creación?, y además bien parecidas, y no como tú que eres un ciervo y arrastrado y torpe que no piensa.
Ante estas quejas el ciervo se le paró, miro, y vio a la hormiga, y le preguntó,
–¿Eres tú, la que molesta chillando mientras cómo?
Y al hablarle como estaba muy cerca, sopló por la nariz y la hormiga salió volando, yendo a caer un poco más lejos y se la escuchó más chillona aún y desde luego indignada.
–Bruto, ¿qué has hecho?, ¿es que tú en esa cabeza no tienes nada dentro?, cuánto dolor, y cuántos grandes problemas causas para todos, ¿acaso no puedes estarte quieto y escucharme?
La hormiga la inteligente, se dio cuenta tarde de que había hecho una pregunta y que el buey contestó,
–Sí ―volviendo con ello a resoplar.
La hormiga volvió a salir volando por el aire de la respuesta y cayó en las aguas de un gran charco en donde había una rana nadando que se la comió.
El Ciervo miró a la rana y le dijo,
–¿Por qué te has comido a la hormiga?, estaba hablando conmigo y nada te había hecho.
–La he escuchado ―contestó la rana―, a ella y a ti, y me he sentido aludido en la conversación, y como tal tenía que terminar con alguien porque se me ha ofendido, y tú eres muy grande para mí.
EL PÁJARO HUMANO
Esto es un cuento basado en una historia muy antigua y como tiene algo de realidad pondré algo más de imaginación y así os doy a conocer lo que se decía en la antigüedad, cuando se creía en los poderes de los SERES SUPERIORES, y también se creía que todos los seres creados tenían acceso a estos seres.
Ocurrió que había un pajarillo, uno de los que vosotros conocéis como de los más pequeños, quizás uno llamado colibrí, que movía las alas con gran velocidad y así se permitía estar en el mismo sitio quieto sin necesidad de avanzar, pero también cogiendo una gran velocidad cuando hacía falta por algún modo, y sin embargo él que era considerado como un gran proceso evolucionado de la naturaleza no estaba contento.
Como todos los pájaros veían las energías y también a los seres energéticos y así con la mente tenían la facilidad de comunicarse con estos seres a los que él y todos los pájaros que era su mundo se consideraban como seres evolucionados, ya que habían perdido todos sus instintos agresivos, y esto teniendo en cuenta que todo ser de la naturaleza está en la cadena alimentaria.
Pero algo le pasaba al pájaro y así un día habló con uno de aquellos eres a los que él mismo consideraba superior, y le preguntó ¿por qué eran ellos así?, ¿cómo lo habían conseguido?, y ¿a quién se lo habían pedido?, pues el pájaro sabía que antes eran animales aunque de dos clases, habían unos que habían sido antes cerdos y otros que habían sido antes monos, y luego se habían juntado las dos ramas aunque tenían algunas diferencias cuando se quitaban el cuerpo físico, le preguntó y
–¿El cuerpo energético?
–No lo sé ―se le dijo―, pues hace poco que soy de ENERGÍA, antes era una mujer que vivió en el mundo físico, y tuve marido y dos hijos, y cuando me llegó el momento me quité lo físico y me quedé como ahora mismo me puedes ver, con el cuerpo de energía que tenía dentro del físico, y ahora tengo que seguir viviendo aquí hasta que consiga purificarme y marcharme al lugar donde viven los PUROS.
El pájaro entendió que había muchas cosas que no sabía y preguntó si conocía a alguien que le pudiera contestar algunas de sus preguntas y ella le dijo,
–Sí, existe un CUERPO ENERGÉTICO PURIFICADO que ha bajado para ayudarnos a los recién nacidos. Él ha pasado por este mundo físico y al mismo tiempo también ha pasado por el periodo de purificación y ha subido arriba al lugar de los PUROS, y allí ha vivido algún tiempo antes de tomar la decisión de ayudar a los demás. Él tiene que conocer todo, aunque no sé si querrá hablar con un pájaro.
Aquello ofendió a nuestro amigo y desde aquel día preguntaba a todos los CUERPOS DESENCARNADOS que veía por él y todos le conocían pero no le decían dónde podía estar, pues le contestaban.
–Una vez que nos ha ayudado nos deja tranquilos y según dice él mismo ya el proceso que tenemos por delante es natural y no necesitamos ayuda, sin embargo cuando se pasa del mundo físico al mundo energético, la mente sufre una gran transformación y pierde los recuerdos, y en esos momentos te encuentras como perdido, por eso se tiene que recibir su ayuda.
Aquellas razones le parecieron muy bien a nuestro amigo el pájaro y siguió buscando a aquel ser hasta que se dijo,
“Veré de algún humano que esté muriendo, esperaré y así vendrá a su encuentro y conseguiré ver a aquel ser”, y así lo hizo y cuando consiguió ver a aquel ser, él le miró y le dijo,
–¿Acaso estas tú también para dar el paso de la transformación?
El pájaro le dijo que no pero que necesitaba de su ayuda y el otro le dijo,
–Tengo que pensarlo, dime dónde te puedo encontrar y si acudo te ayudaré y si no lo hago es que he pensado lo contrario.
El pájaro acudió a donde habían quedado y aquel ser de CUERPO ENERGÉTICO LUMINOSO, para el pájaro, apareció y le dijo,
–Dime ¿qué quieres de mí?, pues ahora tengo algún tiempo.
Así el pájaro le preguntó qué tenía que hacer para ser humano y poder pasar por el mismo proceso, dado que según creía los pájaros no pasaban al otro lugar. Y el otro le miró sonriendo y le dijo,
–¿Quieres vivir eternamente?, mira que esto es algo que todos quisieran hacer, pero dime ¿cómo ayudarías tu a los demás?, pues cuando se pasa al otro lado, por la puerta de la desencarnación se tiene que tener un oficio de ayudar a los que se quedan a conseguirlo.
El pájaro que como era inteligente había preparado algunas preguntas dijo,
–No importa el oficio si no lo consigo, dime ¿qué tengo que hacer para conseguirlo?, pues seguro que algo podré hacer, en bien de los demás, pero dime primero ¿por qué no he encontrado a ninguno de los que se consideran MALOS?, pues solo he visto a los JUSTOS.
–Los que tú dices MALOS ―respondió el ser―, son seres que voluntariamente hacen cosas en contra de la humanidad del hombre, seres que acogen el poder, el dolor, la enfermedad, el vivir bien, el tener a los demás esclavos y así te podría decir muchas cosas, cada acción que hacen los hombres le purifica o le contamina, ellos se contaminan de energía de la tierra y así cuando se desencarnan y eso lo tiene que hacer todos, se hunden en la tierra.
–Sin embargo –le dijo el pájaro–, he visto seres energéticos que se dedican a asaltar a otros seres energéticos e incluso a algunos humanos, y les chupan la energía como alimento.
–Tienes razón algunos de estos seres consiguen quedarse encima de la tierra y hacen eso para vivir, tiene que alimentarse de energía, y esta solo puede ser de energía negativa pues ellos están cargados de esta energía, pero llega un día que sobrepasan el límite y se hunden.
–Bueno de eso no me hables, háblame de los otros y de cómo yo puedo ser igual a ellos ―dijo el pájaro.
Y el ser le sonrió y le dijo,
–Tienes mucha fuerza de voluntad y mucho coraje y esto ya es positivo, te diré lo que tienes que hacer y si lo cumples bien, vendré y te ayudaré y te llevaré a donde puedas morar con los seres PUROS.
»Primero tendrás que hacer un trabajo de pájaro pues tienes que superar tu animalidad, y así tendrás que ayudar a algún pájaro en un servicio que le sea vital para él y que a ti te guste mucho, y así cuando lo consigas tendrás que hacer un segundo trabajo. Tendrás que hacer algo bueno por algún otro animal, que no sea pájaro y así será importante para él, y a ti también te tendrá que costar trabajo y por último tendrás que hacer algo bueno por un humano, y sucederá lo mismo y así cuando hayas hecho los tres trabajos, acude a este lugar y llámame y acudiré ―dicho lo cual desapareció.
El pájaro se dijo a sí mismo “pues parecía un poco tonto pero es más listo que yo, mira que de entrada me manda trabajar y en segundo lugar no me ha dicho su nombre, seguro que es que no piensa acudir pues no cree que un pájaro pueda hacer lo que él ha dicho, pero se equivoca, ya veremos, voy a conseguirlo”, y así empezó a buscar a un pájaro que necesitara de su ayuda y vio como una madre que estaba dando de comer a unos polluelos era devorada por una serpiente y se dijo, “ya tengo mi trabajo”.
Así durante un tiempos e convirtió en madre de los polluelos, y cuando estos volaron y pudo dejarlos tranquilos, se dijo, “ya he cumplido uno, ahora buscaré el segundo”.
El segundo le resultó un poco difícil, y así terminó viendo como una madre y un cervatillo del bosque iban por un camino en el que serían pastos de los lobos, y así se dirigió hacia ellos y armó tanto alboroto que consiguió que salieran del camino, y se dirigieran a otro lugar, así estuvo un tiempo con aquellos animales protegiéndolos desde arriba hasta que el cervatillo pudo valerse por sí mismo y consideró que el trabajo estaba hecho.
Buscó el tercer trabajo, y así resultó que era el más difícil pues los hombres vivían en las casas y tenía que intentar conocerlos
El pajarillo que no conocía a los hombres, los observó y vio que estos eran peligrosos dado que comían pájaros, y los cogían y los mataban solo por el placer de hacerlo, tiraban piedras a los nidos, y subían a los árboles a robar los huevos, y todo esto lo vio y se dijo “¿para qué voy a ayudar a estos que son humanos si son seres terribles?”, pero algo en su interior le dijo que no todos eran iguales que buscase a alguien que era diferente.
Voló lejos preguntando a sus familiares dónde vivían más humanos y en el centro del bosque encontró a una familia no muy numerosa que tenía por amigos a los animales, eran los DRUIDAS que vivían de y para la naturaleza.
Así vio cómo se preocupaban de socorrer a un árbol que le había caído un rayo y de cómo le quitaron las ramas y la corteza quemada y le frotaron con sabia sacada de otros árboles que le sobraba y así al poco tiempo el árbol volvía a la vida, pues el tratamiento con tierras y sabia y también con agua en abundancia había dado su resultado. Vio también que los animales bajaban a donde estaban los humanos y no les temían y estos les daban en alguna ocasión de comer y les respetaban.
Así conoció a un joven que parecía un poco diferente de los demás ya que tenía un defecto en la espalda y no se movía bien. Con mucho cuidado se acercó a él y viendo que parecía dormido se puso en su hombro y cuando estaba tranquilo sintiendo respirar a aquel ser bajo sus patas el niño abrió los ojos y le habló, pero no le habló con el sonido de los humanos que el pájaro no entendía si no que lo hizo con la mente y le entendió, y el niño le dijo,
–Noté cómo te estabas acercando y he visto que te dábamos miedo, algo habrás visto de otros hombres.
El pájaro iba hablar y pensó en cómo hacerlo para comunicarse con quien así hablaba y se dio cuenta de que con solo pensar ya estaba hecho pues el niño, le dijo,
–Piensa y nada más ―Y le contó su historia.
Él había tenido mala suerte cuando nació pues al salir del vientre de su madre había caído fuera del lugar esperado y se había hecho daño en la espalda y esto le dificultaba el movimiento y también no podía hablar, pero se entendía bien con todos por medio de la mente, y también con los animales ya que todos con la mente pueden hablar igual.
El pajarillo hizo amistad con aquel joven y vivió con el algún tiempo, pero no veía la forma de ayudarle y se cansó pues se estaba haciendo viejo, y aunque él mismo pensaba que había fracasado al final en el último trabajo acudió al lugar en donde había quedado con el SER PURO DE ENERGÍA, le llamó y apareció el ser puro de energía y le preguntó
–¿Cómo me llamas?, ¿has terminado los tres trabajos?
–No ―le dijo el pajarillo―, la verdad es que no he podido terminar el último pero las fuerzas me fallan y al no poder terminarlo quería decírtelo, ya que puede que con solo dos trabajos es posible que encuentres algo para mí aunque sea solo ser pájaro en el lugar donde vives.