скачать книгу бесплатно
Ella apartо la mirada. ?Por quе ten?a que apegarse a este hombre? “?Por quе estаs usando un uniforme francеs?” Deb?an haberle arrebatado una buena parte de еl. Sоlo ten?a los pantalones.
Еl suspirо. “Es complicado.”
Victoria temiо que sab?a exactamente lo que no estaba diciendo con esas palabras. William era esp?a. Parec?a un poco fantаstico, pero era lo ?nico que ten?a sentido. ?Por quе otra razоn iba a estar un americano en una guerra en la cual no ten?a ninguna razоn real para estar? “Ya veo.” Еl no era muy valiente o incre?blemente tonto. De todas maneras ella cre?a que era un poco de ambas.
De todas maneras, lo respetaba por su esfuerzo. Esta era una guerra horrible y sin sentido. Bueno, todas las guerras eran sin sentido. Pero еsta no era ni aqu? ni allа. Еsta era la guerra que ten?an que superar, y las otras no significaban nada para ella. Eran histоricas e irreales. William jugaba un papel que pod?a ayudarlos a ver el final mаs pronto que tarde. Ella entend?a la razоn de tener esp?as. Mientras ella odiaba la guerra, ella no lo odiaba a еl. Cada persona ten?a un rol que cumplir y ella no ten?a que menospreciarlo por el cual еl ten?a que representar.
“No creo que entiendas.”
“Te juro,” ella comenzо. “Entiendo mаs de lo que crees.” Victoria mantuvo su mirada. “Esto es la guerra, y he visto mucho desde que nuestros caminos se cruzaron.” Hab?a pasado menos de medio a?o desde que lo hab?a conocido, pero parec?a que se conoc?an de toda la vida. Se hab?a vuelto mаs fuerte cada vez que hab?a ayudado en las cirug?as y hab?a visto tanta sangre. Victoria cre?a que nunca podr?a borrarse de su memoria pronto todo lo que hab?a visto. Cre?a que estas imаgenes pod?an perseguirla por el resto de sus d?as...
Еl asintiо. “Es mejor que no hablemos de eso.” William parec?a entender. Eso era bueno.
“Guardarе mis pensamientos para m?, entonces.” Ella se parо y lo mirо una ?ltima vez. “Descansa. Necesitas curarte.”
Victoria puso cierta distancia entre ellos. Todav?a ten?a fuertes sentimientos hacia еl, y si pasaba mаs tiempo con еl, podr?a enamorarse, y amar a un esp?a...le producir?a angustia. Muchos esp?as no volv?an a casa de la guerra, y aquellos que regresaban, nunca volv?an a ser los mismos.
Diciembre, 1915
William se puso su abrigo y lo abotonо. Hab?a un lugar en el que necesitaba estar, y demorar?a medio d?a en llegar caminando a su destino. Ten?a el presentimiento que sus compa?eros esp?as deber?an estar haciendo lo mismo. Cuando Lord Julian Kendall hab?a estado visitando Nueva York, William no se hab?a dado cuenta que era parte de una red de esp?as Britаnicos. Еsto podr?a haber sido beneficioso saberlo. Podr?a haberle hecho unas preguntas puntuales a su amigo y tal vez esto demandaba mantener cierta distancia entre еl y la hermana de William, Brianne. Odiaba la idea de que su hermana se enamorara de alguien quien constantemente estuviera en peligro.
“?A dоnde vas?” preguntо Julian.
William alzо una ceja. “Par?s.”
“Oh, ?en serio?” dijo Asher, la marquesa de Seabrook. “?Nos estаs tomando el pelo?”
Еl sonriо y le respondiо. “Mаs o menos...Estoy yendo a un hospital de campa?a a visitar a cierta enfermera que he conocido, bueno, no creo que existan las palabras para definir lo que siento por ella.”
“Ash puede decir,” dijo Julian. “Personalmente no tengo nada en contra de las enfermeras.” Еl saludо a William. “Feliz cacer?a, mi amigo. Te acompa?ar?a, pero quiero asegurarme que este tonto llegue vivo a Par?s. Se mete en l?os muy a menudo.”
William asintiо. “Si me necesitan...”
“Sabemos cоmo encontrarte,” Julian respondiо. “Ve a ver a tu enfermera. Va a ser Navidad antes de que te des cuenta, y no queremos desperdiciar el tiempo que tenemos en algo tonto como la guerra. Hay cosas mucho mаs importantes.”
William quiso preguntarle quе sent?a por Brianne. ?Julian amaba a su hermana? Sin embargo, se guardо las preguntas. Habr?a tiempo despuеs para interrogar a su amigo. Julian era un buen hombre, y si no fuera por la guerra, estar?a feliz de que cortejara a su hermana. Pero ya que hab?a una guerra, quer?a que Julian se mantuviera a distancia. Era ego?sta de su parte querer pasar tiempo con Victoria y no permitir que Julian tuviera la misma posibilidad. Aunque ten?a que admitir que hab?a algo de tristeza en su amigo en los ?ltimos tiempos. Еl parec?a no tener la misma alegr?a que sol?a tener dentro suyo. William se preguntaba quе podr?a haberle pasado, pero si Julian hubiese querido que еl supiera, ya habr?a expresado sus sentimientos.
No se detuvo a pensar dоnde estaba yendo o si pod?a ser peligroso. William siguiо con su objetivo en mente; encontrarse con Victoria.
“Detеngase,” alguien gritо en alemаn. William maldijo por lo bajo. Esta era su maldita suerte, y por supuesto estaba usando un uniforme francеs. Todav?a le quedaba una hora y media antes de llegar al hospital de campa?a.
Girо lentamente y se encontrо con la mirada del soldado alemаn. Ten?a un arma en su mano, y lo estaba apuntando directamente a William. “Tranquilo,” le dijo al hombre. “Hoy realmente no quiero ser herido.”
Palabras en alemаn salieron de la boca del hombre. El entendimiento de William del idioma alemаn era limitado. Julian entendiо mаs que еl. Hab?a una razоn de por quе no sal?a mucho de Francia. Еl hablaba mejor francеs e italiano. Deber?a mejorar su alemаn si quer?a que su trabajo de esp?a funcionara.
“Me temo que no entend? nada de lo que dijo,” le dijo al soldado y dio un paso al frente.
Еl escupiо mаs frases, pero esta vez hab?a un tono mаs hostil en ellas. Para William fue suficiente y acortо la distancia entre ellos. Lucharon por el arma, y sonо un fuerte boom, resonando a su alrededor. Esto har?a que vinieran mаs soldados. William deb?a terminar esto e irse tan rаpido como pudiera. Еl empujо al soldado con su codo y lo hizo arrodillarse.
El hombre sacо un cuchillo y lo balanceо hacia William, pero no fue lo suficientemente rаpido. Lo hiriо en el costado, y un fuerte dolor lo invadiо. William gimiо de dolor y lo golpeо en la nariz. El soldado cayо al suelo, y William lo pateо fuerte, y lo volviо a golpear en la cara. Sus ojos giraron hacia atrаs y perdiо el conocimiento. William soltо un suspiro de alivio y corriо tan rаpido como pudo de all?. Tan pronto como pusiera distancia entre еl y el soldado, mejor.
Cuando se sintiо seguro, aminorо la marcha y comenzо a ir a un paso como en un paseo, sin prisa. Le dol?a su costado por la herida, pero no quer?a detenerse para chequear quе mal estaba. Victoria podr?a curarlo cuando llegara...
William acelerо hacia el hospital de campa?a, donde Victoria estaba destinada, en cuanto lo vio. Hab?an pasado siete meses desde que la hab?a visto por ?ltima vez, y no pod?a esperar para tenerla en sus brazos. Ella hab?a sido tan cari?osa mientras hab?a sido su enfermera. Incluso lo hab?a castigado por haberse dejado herir. Ella era maravillosa, y еl la adoraba. Victoria no estar?a feliz, cuando se diera cuenta que lo hab?an herido con un cuchillo.
A veces еl se arrepent?a de haberse involucrado en el esfuerzo de la guerra.
Especialmente cuando su pa?s no estaba involucrado en ella. William realmente cre?a en alg?n punto que su pa?s pronto estar?a dentro de la guerra, y quer?a estar en el lugar cuando eso ocurriera. Еl cre?a que deb?a ser parte, para transformar el mundo en un lugar seguro. William ten?a un fuerte sentido de responsabilidad.
Victoria saliо de una tienda y se abrigо con una capa de lana. Tiritо ligeramente y se frotо sus manos. Su cabello rubio estaba peinado con una larga trenza, que se deslizaba por su espalda. William caminо hacia ella. Ella observо que еl se acercaba y frunciо el ce?o al reconocerlo. “?William?”
Ella corriо hacia еl y lo abrazо fuerte. “?Por quе no me dijiste que ven?as?”
“No supe hasta hoy temprano, y quer?a sorprenderte.” Еl se quejо cuando ella lo abrazо fuerte. La herida en su costado le produc?a un dolor feroz.
“?Quе te ocurre?” dijo ella, dando un paso hacia atrаs. Victoria abriо su chaqueta y lo mirо. La sangre hab?a empapado su camisa de lino. Victoria dio un suspiro. “?Por quе siempre vienes a m? herido?”
“No estaba planeado, te aseguro.” Еl le sonriо. “Un alemаn y yo tuvimos un leve desacuerdo en mi camino hacia aqu?. Еl quer?a que me quedara, pero ay, tuve que insistirle para que me dejara venir a verte. Espero que disculpes mi apariencia. Esta no es la forma en que esperaba reunirme contigo.”
“Ven conmigo,” ella ordenо. “Te verе la herida, y puedes contarme cоmo has estado desde la ?ltima carta.”
Se encaminaron hacia la tienda del hospital, y ella lo guiо hacia una de los compartimientos posteriores. Le hizo un gesto que se sentara en uno de los catres y que se quitara sus prendas para ver su herida. “Qu?tate tu abrigo y tu camisa. Debo ver bien la laceraciоn.”
“No estаs tratando de desnudarme, ?cierto?” dijo ligeramente.
Victoria lo fulminо con la mirada. “Crеeme, esa no era mi intenciоn.”
“No quise decir...” Еl dio un suspiro. “Fue mi poco conveniente intento de cambiar nuestro humor” William no estaba llevando bien esto.
Victoria se ve?a un poco molesta con еl. Ella lo tocо y еl dio un salto.
“Lo siento,” dijo ella. “No parece muy profunda. Tienes suerte; no vas a necesitar puntos. Sоlo la voy a vendar, y despuеs estarаs bien para irte.”
Ella trabajо en silencio hasta que la herida estuvo vendada. Cuando hubo terminado, se alejо de еl para lavarse sus manos en un lavabo cercano. “?Te quedarаs mucho tiempo aqu??”
?Por quе le hab?a preguntado eso? “?Quisieras que me fuera?”
“No dije eso...” Victoria alejо la mirada.
William se parо y se acercо a ella. Ella fue hacia sus brazos y apoyо su cabeza en su hombro. Еl quer?a reconfortarla, pero se dio cuenta que esto era exactamente lo que еl necesitaba. Abrazarla y asegurarse que ella estaba bien. Esto era todo lo que еl quer?a. Que Victoria estuviera segura y feliz...?Quе puedo hacer por ti?”
“Ya lo estаs haciendo,” dijo ella. “Pero tal vez deber?a dejar que termines de vestirte.” Victoria mirо su camisa ensangrentada. “?Tienes otra camisa para usar?”
“No,” dijo еl. “Pero estа bien. No me importa usar una camisa manchada por ahora. Puedo conseguir una nueva despuеs.” Еl no sab?a dоnde, pero eso no importaba. William no quer?a que ella se preocupara. “Ven a caminar conmigo un poco.”
“Me encantar?a,” dijo ella y colocо su mano en la de еl. Salieron de la tienda y caminaron hacia los аrboles. Hac?a fr?o, pero еl no lo notо. Ella estaba con еl, y eso hac?a que todo lo demаs desapareciera.
Pasо la tarde con ella, y durante un momento se sintiо feliz. William pod?a olvidarse que hab?a una guerra, que hab?a sido herido durante el d?a, y que tendr?a que dejarla pronto. Ella le hab?a dado una razоn para continuar luchando y еl esperaba, que alg?n d?a, nunca mаs tuvieran que separarse.
Cap?tulo 3
Febrero, 1916
Victoria suspirо al salir del tren. Finalmente, estaba en Par?s. Hab?a tenido suficiente del hospital de campa?a durante un tiempo. No sab?a quе pod?a esperar del hospital de Par?s, pero al menos no ser?a forzada a caminar constantemente en el barro. Eso deb?a ser una mejora. No es que hab?a estado suficientemente cаlido para estar en el barro ?ltimamente...Esos recuerdos todav?a rondaban en su mente. Hab?a comenzado a odiar realmente cualquier mezcla de agua y tierra.
Llegо hasta la plataforma. Era un milagro que los alemanes no hubieran destruido los rieles del ferrocarril completamente. Ella pensaba que, en alg?n punto, viajar en tren se volver?a imposible. Al menos no hab?a tenido que caminar todo el camino hacia Par?s.
Buscо en su bolsillo y sacо un fajo de cartas. Tal vez, no deber?a haberlas guardado, pero era todo lo que ten?a de еl. Sus cartas eran pocas y esporаdicas. Еl no estaba siempre en un lugar en el que ella pudiera enviarle una para responderle, pero de todas maneras, le hab?a enviado varias. Victoria tem?a por еl, y sent?a su corazоn roto por no saber si volver?a a verlo alguna vez. Su mano temblо al volver a colocarlas en su bolsillo. Estuvo tentada de abrirlas y leer sus palabras otra vez, pero ese no era el momento.
No iba a ser la primera vez o probablemente no la ?ltima vez que iba a perderse en sus cartas. Era un mal hаbito que ella deb?a cambiar de alguna forma. Con las cartas seguramente guardadas, girо su atenciоn hacia la estaciоn de tren. Deb?a llegar al hospital y dejar de pensar en cosas que no pod?a cambiar.
Hab?a cambiado el ba?l con el que hab?a viajado hace un a?o. Sus pertenencias hab?an disminuido, y sоlo ten?a para llenar la peque?a valija que llevaba a su lado. Todos sus uniformes estaban ra?dos, y ten?a sоlo tres que pod?a usar. Ella esperaba encontrar alguien que le confeccionara unos nuevos. Victoria comenzо a caminar hacia la salida, rаpidamente para tratar de dejar su pasado atrаs.
De alguna forma se las arreglо para encontrar el camino hacia el hospital y entrо. Nadie la detuvo o le preguntо por quе estaba all?. Todos parec?an tener un lugar al que ir con prisa. Victoria levantо su mano para tratar de llamar la atenciоn de las enfermeras, pero ellas la ignoraron. Suspirо y se dirigiо hasta la parte principal del hospital. Parec?an estar con la capacidad completa. Los soldados llenaban todas las camas en la enfermer?a, y estaban siendo atendidos por el personal.
Una mujer se le acercо. Ten?a cabello casta?o, peinado hacia atrаs con un rodete. Sus ojos estaban arrugados en los costados, como si estuvieran peleando al cansancio. “?La puedo ayudar?” preguntо ella.
“Soy Victoria Grant,” dijo ella. “He sido asignada a este hospital.”
La mujer suspirо de alivio. “Gracias a Dios. No podr?a haber llegado en un mejor momento. Estamos todas trabajando a destajo para curar a los heridos.” Le indicо que se dirigiera hacia la parte principal del hospital. “La mayor?a de ellos son pacientes nuevos, pero a todos los ha revisado el doctor, y es nuestra responsabilidad asegurarnos de que estеn bien cuidados.” Le brindо una sonrisa vacilante. “Soy Catherine Langdon. Ven. Te mostrarе tu habitaciоn, y si no te molesta, podemos usarte inmediatamente.”
“Para eso estoy aqu?,” respondiо Victoria. “Prefiero sentirme ?til que estar sentada ociosamente, mirando como todos trabajan. Muеstrame dоnde dejar mi maleta, y puedo empezar a atender soldados inmediatamente.” Es lo que hizo, despuеs de todo...All? era donde pertenec?a. Donde se la necesitaba. ..No podr?a perderse pensando en un hombre con quien probablemente nunca tuviera una relaciоn real.
Abril, 1916
Victoria se hab?a establecido en el hospital sin problemas. Ella apreciaba la calidez y la falta de suciedad que hab?a experimentado en los hospitales de campa?a. Le hab?a empezado a tener cari?o al gato de Catherine Langdon, Merl?n. Aunque no se lo hab?a dicho a la mujer. Ella realmente cre?a que un animal no deber?a tener rienda suelta en el hospital. Sin embargo, hab?a algo acerca de ese gato... Era una bola de pelos negra que parec?a tener una barba gris, como el legendario Merl?n. La piel gris en su parte delantera lo hac?a aparecer majestuoso. Era una combinaciоn interesante, tener tanto gris sobre negro. Tal vez, era el mismo Merl?n...
Victoria no quer?a especular. A?n su due?a, Catherine, era un poco extra?a. Le dec?a las cosas mаs extra?as en algunos momentos. Casi como si pudiera predecir el futuro... Una parte de ella quer?a preguntarle directamente si pod?a predecirlo, pero Victoria tem?a preguntarle. Realmente no quer?a saber quе le pod?a deparar el futuro.
Hoy era un d?a claro. El hospital estaba bien organizado, y ya hab?an dado de alta a varios pacientes. Victoria ten?a algo de tiempo para ella por primera vez en...bueno, no pod?a recordar la ?ltima vez. Entonces, decidiо caminar por Par?s, mientras estaba tranquilo y disfrutar el cаlido d?a de primavera. No habr?a muchos d?as como еste. No pod?a evitar pensar quе estaba haciendo William. ?Estaba tomаndose algo de tiempo para disfrutar su d?a tambiеn?
“Victoria,” un hombre gritо su nombre. Girо y vio a William caminando hacia ella. Estaba vestido de civil - un traje que un caballero usar?a, y se ve?a bien en еl. Se estaba convirtiendo un poco en un camaleоn.
“Hola,” dijo casi sin respiraciоn. Quer?a envolverlo con sus brazos y asegurarse que era real. Ya que no se imaginaba que pudiera encontrarlo caminando por Par?s. ?Lo hab?a hecho aparecer al pensar en еl antes? Por supuesto que no...Eso era algo tonto de pensar. “?Quе estаs haciendo en Par?s?”
“Tengo un colega que viene aqu? a menudo. Nos vamos a encontrar pronto.” Le sonriо a ella. “Pero encontrarte aqu? es una bendiciоn que no esperaba.”
“Um, si,” dijo ella sin comprometerse. Victoria quer?a sentirse feliz de verlo, y una parte de ella lo estaba, pero no pod?a dejar de preocuparse por lo que el futuro, si lo ten?an, pod?a depararles. Todav?a era un esp?a. Metiо su mano otra vez en su bolsillo y deslizо sus dedos entre las cartas. Su corazоn nunca lo dejar?a ir, y se sent?a tonta por ello. Ella se hab?a enamorado tontamente, cada vez mаs mientras se iban conociendo. “Estoy feliz de verte bien.” Le inclinо la cabeza a еl y luego girо para seguir caminando. Fue el momento mаs dif?cil que tuvo que vivir.
Еl se acercо y colocо una mano sobre su brazo. “No te vayas.”
“Desear?a poder quedarme, pero el hospital me espera.” No pod?a ni mirarlo o nunca podr?a irse. Еl no sab?a que ella estaba mintiendo. El hospital estar?a bien sin ella un poco de tiempo mаs, pero ella no pod?a quedarse cerca de еl. No podr?a haberlo resistido mucho tiempo. “Tal vez nos podamos encontrar otra vez:”
Еl frunciо el ce?o. “?Estarаs aqu? en el hospital trabajando? ?No mаs trabajo de campa?a?”
Ella hab?a sido enviada de un hospital de campa?a a otro. Ellos hab?an comenzado a mezclarse, y su mente se hab?a insensibilizado ante la carnicer?a que hab?a tenido que observar. Lo ?nico que la hab?a hecho tener alg?n sentimiento hab?a sido Willliam. “He estado aqu? durante un mes. Es dif?cil trabajar en el campo,” admitiо ella. “Necesitaba un cambio.”
“No estoy seguro de que haya un lugar bueno para estar en esta guerra. Pero puede ser un poco mаs seguro aqu? en Par?s. Si te escribo otra vez, ?me responderаs?”
Ella quiso decir que s?. Mucho, mucho deseaba decir que s?...”No creo que sea una buena idea.” Victoria deb?a tratar de proteger su corazоn. No pod?a continuar siendo atra?da por еl. Ella pod?a quitarse un temor una vez, pero dos veces... Era suficiente para hacer que еl se diera cuenta que si ella realmente lo perd?a, no podr?a superarlo. La herida de cuchillo hab?a sido leve, pero la hab?a asustado mucho. Ninguna cantidad de cartas podr?a hacer que estuviera lista para enfrentarse a esto otra vez. Era mejor dejarlo todo ahora, antes de que estuviera mаs comprometida. Cerrо sus ojos y tragо saliva. Sent?a tanto por este hombre, que ni siquiera pod?a entender lo que le suced?a. “Ademаs, raramente estаs en un lugar en que puedas recibir una carta.”
“Ya sе,” dijo suavemente. “Pero no quiero perder esta conexiоn...”
Ser?a dif?cil al principio. Darse cuenta que no habr?a mаs cartas de еl, o que no tendr?an mаs encuentros como еste. Ella lo adoraba. Le dol?a profundamente tener que hacer esto. Terminar as?...Era lo mejor para ambos. Esta guerra les hab?a significado una pеrdida para ambos en distintas formas. Si ten?an una posibilidad de sobrevivir, deb?an mantener su cabeza en el trabajo al que hab?an sido asignados. El de еl era mucho mаs peligroso que el de ella. Pod?a morir si comet?a un error. Otros pod?an morir si ella comet?a uno...Ella estaba haciendo esto por ambos. Quizаs despuеs que la guerra terminara, podr?an encontrarse otra vez, pero ella no se aferrar?a a esa esperanza.
“Ya lo has hecho,” dijo ella firmemente. Era dif?cil, pero ten?a que darle un final limpio. Si sоlo pudiera ser lo suficientemente fuerte como para quemar las cartas tambiеn. No pod?an continuar con esta relaciоn inestable entre ellos. No los llevaba hacia ning?n lado. “Por favor, dеjame sola.”
William se acercо un poco a ella y deslizо su mano en su mejilla. Girо hacia еl, disfrutando de la calidez en su cara. “Si no voy a volver a verte, quisiera tener algo para recordarte.” Se inclinо y presionо sus labios contra los suyos. Fue un beso breve, pero le produjo escalofr?os en su espalda. Victoria quer?a besarlo otra vez, y otra vez, y otra vez. La sensaciоn de sus labios en los suyos la hicieron querer mаs, y hubiera dado lo que fuera para que este momento durara para siempre. Durante un momento, ella podr?a fingir que eran una pareja normal y que ten?an una posibilidad de una relaciоn real... Pero eso nunca ocurrir?a. El amor no era para ellos, y era un buen momento de que ella aceptara esto. El beso en cambio- hab?a cambiado tanto y tan poco al mismo tiempo.
?Cоmo podr?a olvidarlo ahora? ?A quiеn quer?a enga?ar? Victoria nunca tendr?a la posibilidad de borrarlo de su mente. Ella lo amaba, y no hab?a nada que pudiera evitarlo.
Еl levantо su cabeza y girо sobre sus talones, silenciosamente alejаndose de ella. Su corazоn se hizo a?icos, como si lo hubieran roto en mil pedazos, y no pudiera rearmarlo otra vez. Contuvo la respiraciоn. ?Iba realmente a escucharla a ella e irse? ?No iba еl a luchar por ella, por ellos, por lo que podr?an tener?
Еl no hizo nada de esto. William respetо sus deseos, y ella lo adoraba mаs por eso. Victoria quer?a gritar. Obligarlo a volver y que la contuviera en sus brazos. Ella quer?a que еl le asegurara que todo iba a estar bien, aunque sab?a que nunca volver?a a ocurrir. Ella hab?a tomado una decisiоn, y ten?a que vivir con ello.
Una lаgrima se deslizо por su mejilla. Victoria secо su lаgrima rаpidamente, y comenzо a caminar hacia el hospital. Era tiempo de continuar y no pensar en lo que podr?a haber tenido con William. Aunque lo hab?a alejado de ella, esperaba que un d?a, se cruzaran sus caminos otra vez. Victoria sоlo rezо, que si ese d?a llegaba, no fuera demasiado tarde para ellos.
Cap?tulo 4
Noviembre, 1921
Era una tarde fresca de oto?o, y el fr?o hab?a encontrado la forma de filtrarse en la habitaciоn que le hab?an preparado a Victoria. Hab?a venido a visitar a su amiga Catherine, la marquesa de Seabrook. Hab?an sido amigas, desde el tiempo en que hab?an servido como enfermeras en Francia, durante la Gran Guerra. Hab?an pasado tres a?os desde el final de la guerra. Hab?a pasado mаs tiempo desde que Catherine hab?a vuelto a Inglaterra con su familia. De alguna forma, todos hab?an sobrevivido, pero todav?a quedaban cicatrices, visibles e indetectables, que ambas ten?an.
Victoria se hab?a hecho un tiempo para visitar a Catherine tan pronto como hab?a sido posible. Era un recordatorio de lo que hab?a perdido y lo que hab?a ganado durante la guerra. En un tiempo y en lugar diferente, ella y Catherine quizаs nunca habr?an tenido una amistad, y ella no podr?a haber conocido...
Sacudiо su pensamiento, antes de que echara ra?ces en su cabeza. Era mejor, que ella no dejara que su mente viajara hacia еl o a?n que dijera su nombre dentro de su mente. Victoria no sab?a quе hab?a ocurrido con еl, desde su ?ltimo encuentro. Todav?a ten?a sus cartas, pero las ten?a enterradas en una caja que estaba guardada en un ba?l. La tentaciоn de sacarlas y recordar viejas historias de lo que podr?a haber sido, significaba mucho. Cediо a leerlas bastante a menudo.
Tal vez, deber?a haberlas tirado o quemado. Ser?a la ?nica forma de que pudiera haberlo olvidarlo completamente. Se lamentaba mаs de lo que pudiera decir. No es que quisiera explicar sus acciones. No exist?an palabras que pudieran explicar el dolor que ella se hab?a causado.
Victoria suspirо y se colocо sus zapatos. Deber?a bajar y encontrarse con Catherine en la sala de estar para tomar el tе de la tarde. El Duque y la Duquesa de Weston estaban a punto de llegar, y quizа ya hab?an llegado. Hab?a conocido a la duquesa una vez y no sab?a mucho de ella. Esperaba cambiar eso durante esta visita. A Victoria le gustaba Julian, el duque de Weston. Hab?a pasado por los peores momentos de la guerra, y Victoria se sent?a complacida de que hubiera encontrado alguien a quien amar. Hab?a partes en su historia que Victoria no hab?a llegado a comprender, pero no importaba. Lo mаs importante es que hab?an vuelto a encontrarse. Aunque algo en ella deseaba que la duquesa compartiera algo de su historia, cuando se conocieran mаs.
Ella saliо de su habitaciоn y se dirigiо hacia la sala de estar. Cuando entrо, Victoria encontrо a Catherine y a la duquesa juntas dentro. Estaban ambas en el sofа al lado de la ventana. Entonces el duque y la duquesa hab?an llegado, mientras ella estaba dentro de su habitaciоn.
Catherine la miro y sonriо. “Estoy feliz que hayas deseado unirte a nosotras.”
“No hay otro lugar en el que quisiera estar.” Mirо a Catherine, y luego girо e hizo una reverencia a la duquesa. “Su gracia.” Luego se sentо en una silla enfrente del sofа.
“No hay necesidad de ser tan formal,” dijo la duquesa. “Por favor, llаmame Brianne. Nunca pensе que tuviera un t?tulo, y realmente no lo quer?a tener. Julian no se supon?a que fuera duque, pero la guerra tomо decisiones por nosotros, que no podemos cambiar.”
Victoria entend?a esto mаs de lo que quer?a admitir. “Fue una еpoca terrible.”
“Si, fue terrible,” dijo Catherine solemnemente. “Pero sobrevivimos y tenemos muchas bendiciones para celebrar.” Ella girо hacia Brianne. “?Los Americanos no tienen un D?a de Gracias que celebran en noviembre?”
“Si,” ella hizo una mueca. “Mi familia probablemente se va a sentar y tener una fiesta generosa en unos pocos d?as. Debo admitir que extra?o compartir tiempo con ellos. Toda la familia usualmente se re?ne en Navidad aqu? en Inglaterra, pero este a?o vamos a ir a Carolina del Sur, en Lilimar. Muchos de nuestra familia y algunos parientes no han ido antes a la plantaciоn. Serа un lindo cambio. Probablemente no pueda verlos en D?a de Gracias, pero al menos puedo ir a casa en Navidad.” Ella frunciо su nariz. “Hubo un tiempo en que quer?a irme rаpido de Lilimar. Es extra?o cоmo ha cambiado mi perspectiva ahora que he estado viviendo en Inglaterra durante tantos a?os. La nostalgia de dоnde crec? ha echado ra?ces y no me dejarа.”
Victoria no sab?a si pod?a relacionar eso con su vida. Su padre no hab?a sido un hombre amable, pero no hab?a sido ruin tampoco. Еl hab?a sido...indiferente. Su padre hab?a tenido mаs interеs en su reba?o, que en su propia hija. Su identidad hab?a comenzado y terminado siendo un vicario. Еl se hab?a entregado a su trabajo y hab?a dejado que ella resolviera su vida. Ella no hab?a conocido a su madre. Hab?a fallecido cuando era un bebе, y su padre no le hab?a contado nada. Se negaba a hablar de ella.
A la edad de diecisеis a?os, hab?a decidido hacer algo provechoso y estudiо enfermer?a. Luego, despuеs de que la guerra comenzara , cumpliо con su cometido all? tambiеn. Ahora, una dеcada despuеs, estaba sola. Su padre hab?a fallecido mientras estaba en Francia y le hab?a dejado una peque?a herencia. No ten?a un hogar para volver. Manten?a un peque?o departamento en Londres y trabajaba en el consultorio de un mеdico local para complementar su herencia. “?Cuаndo viajas?” preguntо Victoria. Una parte de ella estaba celosa de la duquesa y su familia. Victoria deseaba pertenecer a – alguien. Ten?a una vida tan solitaria. A veces los amigos no eran suficientes, y su corazоn le dol?a por desear alguien que realmente la amara.