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Magia Para Los Corazones
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Magia Para Los Corazones

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Magia Para Los Corazones
Antonia Fernández Barba

”Magia para los corazones” es la recopilación de una serie de cuentos y relatos iniciados a partir del 2009 y publicados en el blog ”Habbaassi de Etiopía. Conocimiento milenario”. Nacen como fruto de una etapa de transición en la vida de la autora en la que se viene a cuestionar el sentido de la muerte, de la vida y de la humanidad. ”Magia para los corazones” es una recopilación de vivencias personales que se comparten mediante pequeñas narraciones cargadas de emocionalidad y de sentido humano, que permiten al lector adentrarse dentro del mundo interior de la autora, permitiéndole con ello conocer sobre sus propias inquietudes, y ayudándole en un camino de descubrimiento personal. Una vida llena de experiencias y vivencias que se transmiten con un lenguaje sencillo pero de gran intensidad que facilitan el autodescubrimiento.

Magia

para los Corazones

“Sólo se ve bien con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos”

El Principito, de Saint Exupèry

Antonia Fernández Barba

Editorial Tektime

2019

“Magia para los Corazones”

Escrito por Antonia Fernández Barba

2ª edición: octubre 2019

© Antonia Fernández Barba, 2019

© Ediciones Tektime, 2019

Todos los derechos reservados

Distribuido por Tektime

https://www.traduzionelibri.it

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros medios, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal).

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Un forzoso parón en el camino, un obligado cambio de rumbo y un doloroso proceso para dejar atrás una etapa de la vida, me hicieron afrontar la muerte y el sentido de la vida en su máxima expresión, coquetear con ellos a cara descubierta…

Fue el Amor quien vino a rescatarme y me hizo mirar su rostro sin el velo negro que le pone la mente. Fue Él quien me salvó de la percepción de un mundo vacío y miserable a través de mensajes en sueños y de señales inequívocas.

Fue Él quien me invitó a perdonarlo y a perdonarme, a creer y a crear esperanza en una humanidad más humana, más consciente, más evolucionada…contra todo pronóstico. Me indujo a dejar la comodidad de mi asumida invisibilidad, pues los mensajes recibidos me trascienden y piden salir a la luz.

Me alentó a soltar el legítimo miedo a ser incomprendida o juzgada incorrecta. Me señaló el sereno camino de la confianza en la Inteligencia Suprema que nos habita y configura y que va más allá de nuestras formas. Me predispuso a despertar la infancia, la imaginación sin límites, la fantasía, la inocencia…

Comparto, pues, con quien desee acercarse a estos cuentos y relatos, lo recibido, con la absoluta certeza de que vibrarán en la frecuencia más adecuada a cada latido.

Para mí tuvieron un efecto terapéutico y me permitieron renacer y reinventarme y creer firmemente en mí misma y en la Vida.

¡Gracias al mejor de los guías: el corazón y su magia!

Antonia Fernández Barba

Contenido

1. Agnes y su mundo interior7

2. Mucho más que un cuerpo físico11

3. Viaje mental14

4. La piedra azul18

5. Tomando conciencia22

6. El mensaje de Carlos25

7. Algo está cambiando28

8. El maestro interior32

9. Las visiones de Michael35

10. Un objeto volador no identificado38

11. Experiencia extracorpórea41

12. Viaje estelar44

13. El cambio de Carolina47

14. El árbol50

15. Carla y el hada del bosque53

16. Alice y las perlas del conocimiento56

17. El viaje de Spiky59

18. Cambios decisivos61

19. La vida de Emi Gota de Agua64

20. Eyka, la mariposa azul67

21. Al otro lado de la puerta70

22. El peregrino del mar74

23. Reflexiones de Nasaki77

24. El ángel81

25. Mundos paralelos83

26. Parada a tiempo86

27. Atendiendo a las señales90

28. La mirada93

29. El Sembrador de Estrellas96

30. La muerte no existe98

31. El puente interno102

32. Viaje al Ser106

33. Atrapado110

34. El encuentro de Anka con su Ángel Guardián113

1. Agnes y su mundo interior

Había una vez una niña a la que le gustaba pasear por la playa, mojándose los pies con las olas de la orilla y sintiendo la brisa acariciar su cara. Ella tenía un amigo delfín en su mente y lo dibujaba saltando por el horizonte haciendo piruetas por el aire para provocar su risa.

Agnes, que así se llamaba la niña, hablaba con su amigo delfín y éste le contaba historias del fondo del mar: cómo los ruidos de los motores desorientaban a sus habitantes, cómo la acumulación de basuras y desperdicios perjudicaban su salud,…pero, también, le hablaba de la maravillosa sensación de sentirse libre, de navegar entre los campos de corales y los arrecifes, del sol filtrándose entre las aguas, de sus visitas a ese barco abandonado cerca de la costa donde jugaban al escondite y ponían trampas a los tiburones para que no remontaran el río; y le hablaba de los habitantes de las profundidades, seres divertidos y apasionantes con los que se comunicaba en su imaginación.

Agnes era feliz con esas historias y esa amistad tan especial a pesar de que sus padres la llevaban a la consulta de una psicóloga porque pensaban que era una niña algo rara. No le gustaba ver la televisión ni jugar con maquinitas electrónicas, ni hacer fiestas de cumpleaños,…

Al principio, Agnes le contaba a sus padres todo lo que su amigo delfín le decía y hasta esos sueños fantásticos donde viajaba en una nave espacial a otros planetas de la galaxia…Pero, pronto dejó de hacerlo porque sus padres manifestaban preocupación y le regañaban por alimentar lo que ellos llamaban fantasías inútiles y peligrosas. Suerte que Agnes era muy lista y guardaba su mundo interior sólo para sentirse libre, feliz y conectada con la Madre Tierra a la que adoraba y con la que, también, hablaba.

Por eso, cada mañana, Agnes abría la ventana de su habitación y escuchaba el trino de los pájaros, el susurro del viento entre las ramas del manzano del jardín, contemplaba extasiada el color del cielo y el brillo del sol naciente. Ella era feliz en su mundo y no le importaba ser considerada una niña distinta a las demás.

Un día, en un sueño, se le apareció un ser de apariencia no definida, como gelatinoso con unos brillos iridiscentes en tonos rosas y verdes. Su aspecto externo era parecido a una mariposa y tenía una luz propia que envolvía a Agnes.

Su rostro tenía unos enormes ojos azules que parecían hablarles…¡no parecían…le hablaban! Se comunicaban con ella sin emitir palabras, sin sonido alguno.

Le dijo que estaba preparada para partir de viaje a un lugar maravilloso. Ese ser dijo llamarse Spet y le contó que no tenía que llevar ningún equipaje físico, ni siquiera su cuerpo. Le dijo que ella era un ser eterno, hija de la Luz y que tenía un camino extraordinario que recorrer en otra dimensión más allá de las estrellas.

Agnes escuchó muy atenta y le transmitió, a la mañana siguiente, el mensaje a sus padres. Y ellos, como otras veces, la oyeron sin darle mayor importancia.

A partir de entonces, Agnes empezó a debilitarse y a perder el apetito. Sus padres, preocupados, la llevaron al médico y, tras una serie de pruebas y análisis, salió aquel diagnóstico: le quedaba muy poco tiempo de vida.

Agnes se apagaba físicamente. Sin embargo, su mirada y su actitud eran de felicidad y entusiasmo, lo cual desconcertaba a todos.

Los últimos días en la Tierra fueron muy duros, para ella y para sus familiares y amigos, hasta que una mañana fría de principios de invierno, Agnes no despertó.

Un gorrión, aturdido, acertó a posarse en el alféizar de la ventana y se coló en la habitación. Revoloteó y volvió a salir volando hacia las nubes.

Todos, en especial, sus padres y abuelos lloraron su marcha y se sintieron profundamente abatidos.

Una noche, mientras su madre contemplaba el cielo cuajado de estrellas y meditaba sobre todo lo vivido, vio un brillo intenso en la inmensidad del espacio. Un brillo que tomó forma de un delfín. Su corazón se encendió con un calor extraño, cálido, amoroso y escuchó la voz de su pequeña nítida y clara entre sus propios pensamientos.

Al principio, creyó que eran imaginaciones suyas, pero, luego, no tuvo duda alguna, era el timbre alegre como cascabel de su Agnes que le decía que liberara su corazón de la tristeza que lo albergaba, que soltara el dolor y abriera su mente, que la muerte no existe, sólo es un paso de una vida a otra más plena, como desprenderse de una carcasa densa y pesada para nacer a otra forma de existencia, más liviana y feliz.

Le dijo que podía comunicarse con ella cada vez que quisiese.

Su madre, se sintió invadida por una ternura, una serenidad y un amor indescriptibles, imposible de ser expresado con palabras… que disiparon sus lágrimas y su pesar.

Y, desde esa noche, mantiene esa llama de certeza encendida en su interior y siente a Agnes prendida en su corazón como una mariposa a una flor.

..ooOoo..

2. Mucho más que un cuerpo físico

Daniela llevaba ya bastante tiempo con malestar en el estómago. Había acudido al médico del seguro, pero éste le había dicho, sin prestarle atención siquiera, que no tenía nada. Daniela le preguntó por una dieta adecuada, pues todo cuanto ingería le producía una quemazón y unas digestiones pesadísimas. El doctor, con mal talante, le dijo que podía comer de todo. Pero ella sabía que no era así, ella mejor que nadie estaba sintiendo que algo no iba bien en su organismo. Si, hasta un simple vaso de agua le provocaba ardor en el estómago…En vista de cómo se sentía cuando tomaba cualquier alimento, dejó de comer.

Daniela era una chica alta, delgada, muy activa, responsable, en exceso, con sus estudios y con todas sus ocupaciones…

Estaba de vacaciones, después de un intenso curso académico donde había obtenido unas estupendas calificaciones. Era verano y hacía calor. Todas las mañanas iba a la playa a disfrutar delmar, del sol y de la gente. El gasto energético al que sometía a su cuerpo era grande y la aportación pequeña. En una semana perdió 5 kilos de una vez. Esa pérdida, en esas condiciones y en una muchacha de constitución delgada, fue decisiva para debilitarla.

Una mañana en que cambió de planes y, en lugar de ir a la playa, optó por ir al centro de la ciudad en autobús, tuvo una experiencia muy extraña.

Estaba sentada cuando se fijó en una chica joven a la que no había visto nunca, que estaba sujeta a la barra de la puerta central del autobús urbano. Parecía como si fuese a bajarse en la próxima parada, pero, a la vez, se balanceaba en la barra como si estuviese jugando.

Daniela la contemplaba desde el asiento posterior al del conductor, a la vez, que escuchaba los comentarios de las señoras que viajaban en el mismo autobús y decían, alarmadas, que esa niña se iba a caer. Lo repetían insistentemente y a ella le resultaba curioso, porque desde su percepción parecía que aquella niña, desconocida para ella, estaba jugando mientras aguardaba la parada para bajarse del autobús.

En ese momento, todo se hizo oscuro, el tiempo se detuvo y perdió toda conciencia…

Cuando Daniela se despertó, cuando volvió en sí abriendo los ojos, se descubrió sentada junto a la puerta donde estuvo observando a aquella joven y un grupo de señoras la abanicaba, tratando de reanimarla.

Le tomó unos instantes comprender…Esa niña de la barra era ella. Había perdido el conocimiento y se había desvanecido mientras, ella misma se contemplaba sin reconocerse desde otro punto distante de aquel autobús urbano.

Daniela se puso en mano de otro médico que acertó con un tratamiento adecuado y una dieta alimentaria que toleró estupendamente y le hizo recuperar peso y fortaleza en su cuerpo físico. Pero, la experiencia de haber estado, durante un breve tiempo, fuera de él la marcó profundamente y fue la puerta de acceso a otros horizontes y al conocimiento de que somos mucho más que un cuerpo físico.

..ooOoo..

3. Viaje mental

Ángela salió temprano de su casa y bajó a la playa. A esa hora no había bañistas, sólo algunas personas paseando. Se sentó sobre la arena fresca y contempló el paisaje. El cielo despejado y de un azul intenso, la brisa suave le encrespaba los cabellos, el olor a pino procedente de la otra orilla de la desembocadura del río, el sonido relajante de las olas al romper…En esos momentos, me sentía flotar y agradecía a la vida el poder percibir esas sensaciones…

Adoptó la postura de loto aprendida en sus clases de yoga y se sumergió en esa fiesta para sus sentidos, en esa conexión profunda con la Madre Tierra.

Transcurridos unos minutos en ese estado de meditación, su mente empezó a elevarse y se sintió transportada a otra realidad, a otra dimensión.

Abrió los ojos y creyó estar soñando. El paisaje que tenía delante nada tenía que ver con la playa donde se sentó. Delante de ella se dibujaba un sendero bordeado de árboles majestuosos. Al fondo unas montañas rocosas y una figura humana con una túnica blanca y encapuchada. Se sintió atraída por ese ser que le daba la bienvenida desde la distancia y sin articular palabra alguna. Supo, entonces, que le estaba percibiendo desde sus pensamientos, desde su mente.