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El Protector
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El Protector

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El Protector
Hilton Aurelia

ADVERTENCIA: Еste libro es parte de la sensual, caliente y tоrrida novela romаntica de Aurelia Hilton... las cosas se pondrаn calientes y tоrridas... descubra lo que sucede cuando un oficial de polic?a necesita cumplir con sus responsabilidades... ?Es salvaje! Ava: Era un d?a normal, sоlo mi amiga y yo en la cafeter?a. Emily y yo estаbamos haciendo nuestra habitual observaciоn de personas. Ella me dice que hay alguien ardiente detrаs de m?. Dar la vuelta fue lo mejor que hice. Era un oficial de polic?a y Emily, no le hizo justicia. No sоlo era ardiente. Еl era impresionante. B?ceps enormes y ondulantes. Fеrreos, ojos grises. ?Que Dios! No pod?a apartar mis ojos. Espero y rezo para que no me haya visto mirаndolo. ?Oh no! Despuеs de ese encuentro incоmodo, pensе que nunca mаs lo volver?a a ver. Por pura suerte, volviо a mi vida, justo cuando lo necesitaba. Aunque no lo conoc?a desde hace mucho tiempo, mis sucios pensamientos parec?an tener una mente propia. Es prаcticamente un extra?o — No deber?a quedarme con еl —. Pero hay algo en еl que me estа atrayendo.  David: No era fanаtico de esta cafeter?a. La ma?ana estaba empezando a ser mala cuando levantе la mirada. Alguien hablaba en voz alta sobre un polic?a. Como era el ?nico oficial en la tienda, ten?a que ser sobre m?. Curioso por escuchar mаs, volteе, sоlo para hacer contacto visual con un аngel. Un аngel que me estaba mirando. Ella se comportaba con una elegancia que hizo que mi corazоn se acelerara. Quer?a aprender todo lo que pudiese sobre ella. Ahora, probablemente no la vuelva a ver. Por suerte, me equivoquе. Las circunstancias eran malas, pero de todos modos les di la bienvenida. Ella prаcticamente vino hacia m?. Entonces, terminе siendo su protector. ?Por quе estoy haciendo esto? Apenas la conozco. Todo lo que sе es que su cuerpo se mueve con una gracia que hace que mi pecho se apriete y mi corazоn lata con fuerza. La quiero y la deseo tanto.

El Protector

Una caliente y tоrrida novela corta de Aurelia Hilton Libro 27

Por Aurelia Hilton

Traducido por Roberto Rojas

Edtorial Tektime

Tabla de Contenidos

Cap?tulo Uno: La Cafeter?a (#ulink_dfb84625-2a11-54d1-a68e-dc2ea05041f1)

Cap?tulo Dos: El Camino a Casa (#ulink_609e8c0a-1d69-5624-b28b-b4392abd4ece)

Cap?tulo Tres: Un Escolta (#ulink_0d317243-68f8-5242-a804-0fcd8c18059a)

Cap?tulo Cuatro: La Actuaciоn (#litres_trial_promo)

Cap?tulo Cinco: Cediendo (#litres_trial_promo)

Cap?tulo Seis: Una Noche de Diversiоn (#litres_trial_promo)

Cap?tulo Siete: La Ma?ana Siguiente (#litres_trial_promo)

Cap?tulo Ocho: Su ?ltima Noche (#litres_trial_promo)

Conclusiоn (#litres_trial_promo)

Sigamos Conectados (#litres_trial_promo)

© 2019 Aurelia Hilton

Esta es una obra de ficciоn. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginaciоn de la autora o se usan de manera ficticia. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, empresas, compa??as, eventos o locales es pura coincidencia.

Para obtener informaciоn sobre descuentos especiales disponibles para compras a granel, promociones de ventas y recaudaciоn de fondos, comun?quese con Aurelia Hilton a travеs de aureliahiltonofficial@gmail.com.

Cap?tulo Uno: La Cafeter?a

Ava

Una rаfaga de aire cаlido envolviо mi cuerpo cuando abr? la puerta de cristal hacia la cafeter?a. El maravilloso olor a cafе y varios productos horneados atacо mis sentidos y me detuve por un momento dejаndolo sumergirse.

“?Ava! ?Por acа!” Volteе para ver a Emily saludаndome desde una peque?a mesa al fondo de la tiendita. Sonre? suavemente, moviendo mi largo cabello casta?o y ondulado sobre mi hombro mientras caminaba hacia ella, pasando por las mesas de cafе tipo h?pster.

“Hola, Emily” saludе aun sonriendo; Me deslicе en la silla frente a ella oliendo su latte desde el otro lado de la mesa. Cafе, mi ?nica debilidad. Me dec?a a m? misma mientras contemplaba lo que ordenar?a. Ten?a una larga historia de tomar demasiado cafе, pero con mi reciente oferta de trabajo para el Ballet de Nueva York, decid? intentar dejarlo. Tomar demasiado cafе me hace mаs dif?cil permanecer en el cuerpo de baile principal. Bien, que sea tе entonces. Decid? antes de ponerme de pie.

“Voy por un poco de tе” murmurе mientras me levantaba y me dirig?a al mostrador. Cuando me acerquе a la barista, ella no levantо la vista de la registradora.

“?Quе le sirvo?”, Preguntо con clara molestia.

“Sоlo tomarе un tе chai sencillo y un bagel de trigo integral, por favor”. Sonre? despuеs de hacerle mi pedido; ella asintiо y marcо algunos n?meros antes de tomar mi tarjeta e imprimir el recibo.

“Saldrа pronto”, afirmо mientras me entregaba el recibo, asent? y volv? a mi asiento.

“?Uf! No mires ahora a Ava, pero me temo que tenemos un bombоn nivel diez con uniforme directamente detrаs de ti”. Me re? entre dientes ante la horrible descripciоn de Emily antes de voltear a ver al supuesto “Bombоn nivel diez”. Aunque exagerada, Emily no estaba equivocada. El hombre estaba de pie en el mostrador con un uniforme del Departamento de Polic?a de Nueva York, de manga corta a pesar de las bajas temperaturas afuera. Su cabello era oscuro y recortado cerca de su cabeza. Pude ver tatuajes de buen gusto mirando justo debajo de las mangas de su camisa, que claramente se tensaron contra sus b?ceps. Bajе la mirada y traguе torpemente al ver su hermoso trasero esculpido. A?os de duro entrenamiento y supongo que militar, hab?an convertido a еste hombre en un hermoso espеcimen. Volteо y nuestros ojos se encontraron, me girе rаpidamente en mi silla para mirar a Emily, con las mejillas ardiendo.

“?Oh, еl te atrapо totalmente! Cielos, espera un segundo mientras robo rаpidamente un ponquecito muy para que as? еl pueda arrestarme”. Emily me gui?о, entonces puse los ojos en blanco y tomе un sorbo de mi tе.

“Sabes que es de mala educaciоn mirar fijamente”. Una voz profunda y retumbante vino burlonamente detrаs de m?. Volteе lentamente y el sonrojo en mi rostro se intensificо cuando me encontrе cara a cara con la parte delantera del hombre uniformado que hab?a admirado tan descaradamente antes. Ahora frente a frente, pude ver que la parte delantera de su cabello estaba ligeramente despeinada; Ten?a una sombra de las cinco en punto que era claramente el resultado de largas noches capturando criminales. Sus ojos grises de acero me miraron fijamente, pod?a imaginar esos ojos mirando a un hombre malvado y asustаndolo. Para m?, simplemente me hicieron desearlo mаs. Me congelе por un momento, sin saber quе decir.

“Oh, oh, lo siento...” Bajе t?midamente la vista mientras еl miraba expectante.

“David. Me llamo David y ustedes, se?oritas, serа mejor que sean cuidadosas al hablar de robar. Los otros oficiales del Departamento de Polic?a de Nueva York no son tan indulgentes como yo”. Me gui?о un ojo y sent? que me encog?a. Con esa declaraciоn final, se dio la vuelta y se alejо. Emily y yo lo vimos irse con miradas de asombro en nuestros rostros.

“?Oh Dios m?o, Ava! ?Estaba muy interesado en ti!” Expresо Emily, frunc? el ce?o con incredulidad y sacud? mi cabeza.

“No... no, Emily, no lo estaba. Estаbamos actuando s?per raras”. Agitе mi mano para descartar su emociоn.

“Mm... estа bien, Ava lo que t? digas. Todo lo que digo es que, con un poco de suerte, nos encontraremos nuevamente con “David””. Le respond? poniendo los ojos en blanco.

No me malinterpreten, el tipo era ciertamente atractivo y me encantar?a volver a verlo, pero no tengo tiempo para una relaciоn en еste momento. El Ballet de la Ciudad de Nueva York es una compa??a muy exigente que Emily deber?a conocer muy bien.

“Oh, ?Podr?as mirar la hora? Tenemos que ir a ensayar ", le dije mientras miraba mi reloj. Emily asintiо y entonces reunimos nuestras cosas para irnos.

David

Suspirе mientras tomaba mi cafе. Otra cafeter?a independiente con otro barista de cafе poco entusiasta, pensе. Mientras esperaba que el barista terminara mi cafе, no pude evitar escuchar el final de algunos chismes claros sobre el ?nico polic?a en toda la tienda, yo. Curioso por escuchar mаs, volteе sobre mi hombro sоlo para hacer contacto visual con un аngel. Me congelе en seco y perd? el aliento ante la mirada en sus ojos. Tan pronto como la vi, ella se dio la vuelta con clara verg?enza. Su incre?blemente largo cabello casta?o oscuro le siguiо en una respuesta tard?a. Dios, era ella hermosa. Simplemente sentada en una silla en esta cafeter?a deprimente, aun pod?a decir que hab?a algo diferente en ella. La forma en que parec?a sostenerse era diferente de una persona promedio. Ten?a una especie de elegancia y gracia que parec?a emanar de ella. Me sent? como un Hulk al acecho sоlo por estar en su mera presencia. Al notar su verg?enza, decid? divertirme un poco, tratar de atravesar ese elegante exterior lo mejor que pudiera.

“Sabes que es de mala educaciоn mirar fijamente”, dije, y agreguе un gru?ido falso para tratar de molestarlas un poco. Volteо rаpidamente, claramente sorprendida y boquiabierta por un momento mientras buscaba una respuesta adecuada. Tartamudeо rаpidamente y repliquе mi respuesta gentil antes de irme e imaginar la explosiоn detrаs de m?. Incluso cuando me fui y caminе hacia mi patrulla, no pude sacar a esa mujer de mi cabeza. Apenas hablе con ella, pero era la persona mаs interesante que hab?a visto. Todo lo que quer?a en ese momento era aprender todo lo que pudiese sobre ella, era una pena que probablemente nunca la volver?a a ver.

Cap?tulo Dos: El Camino a Casa

Ava

Suspirе y me acurruquе mаs profundamente en mi bufanda cuando sal? del estudio de baile. El aire fr?o se apoderо de m? y me estremec?, por quе demonios decid? vivir en una ciudad tan fr?a, nunca lo sabr?a. Oh s?, por el ballet, me recordе amablemente, que el Ballet de la Ciudad de Nueva York era uno de los mejores y, lo mаs importante, el que mejor pagaba.

Al mirar mi reloj, vi que acababa de marcar las ocho en punto. Maldita sea, el ensayo terminо tarde, me dije a m? misma mientras contemplaba mis opciones. Emily me hab?a llevado a practicar pero ya se hab?a ido. El prоximo autob?s no llegar?a hasta las ocho y media y no quer?a esperar tanto. Sab?a que mi apartamento estaba a sоlo una milla de distancia, pod?a caminar. Entonces, comencе mi viaje a casa. Hab?a hecho esta caminata muchas veces, vivir tan cerca del estudio lo hizo mucho mаs fаcil. Pero en la noche significativamente tranquila, me sent?a recelosa. Desde luego, la ciudad de Nueva York nunca estuvo realmente tranquila, sin importar la hora. Pero considerando que viv?a lejos de Manhattan, aun as? estaba oscuro y mаs tranquilo de lo que acostumbraba. Escuchе el ruido de una lata detrаs de m? y me detuve para ver si hab?a alguien all?. Al principio no vi a nadie, pero captе algo de movimiento en un callejоn cercano. Sin querer arriesgarme, di la vuelta y caminе a toda velocidad. Tratando de poner tanta distancia entre m? y lo que sea que haya hecho ese ruido. Mi ansiedad era palpable ahora cuando comencе a escuchar pasos distantes, pesados y lentos. Doblе rаpidamente en una esquina buscando un lugar para esconderme o una persona con quien hablar o algo. De repente, vi lo que cre?a que era un oficial escribiеndole a un pobre bastardo una multa de estacionamiento. Caminе tranquila pero rаpidamente hasta donde estaba el hombre.

“Disculpe, ?Oficial?” Preguntе con voz ligeramente desesperada. Cuando volteо, pude ver el cabello corto y oscuro y los ojos grises de acero que me hab?a quedado mirando tan tontamente antes. Еl detuvo su trabajo claramente sorprendido por mi repentina presencia.

“Eh, ?S??” Preguntо despuеs de una breve pausa. Su voz me sacо de mi mirada estupefacta, y pensе rаpidamente.

“Lo siento, yo... eh... estaba caminando a casa desde mi ensayo de baile y sent? que alguien estaba siguiеndome. Te vi escribiendo esa multa y sоlo quer?a decirte hola”. Sonre? como si fuera algo totalmente normal. Que no estaba corriendo hacia un hombre al que nunca le hab?a hablado realmente como una rata asustada. Sonre? con la esperanza de que еl siguiera hablando conmigo y no sоlo me apurara para que me robaran, o algo peor. Despuеs de escuchar mi explicaciоn, su expresiоn cambiо. Claramente estaba interesado en ayudarme y, afortunadamente, no le molestaba que lo interrumpiera en el trabajo.

“Ah, ya veo... ?Te gustar?a que te escoltara a casa?”, Me preguntо sonriеndome. Casi rechacе su oferta sin pensarlo correctamente, pero una vez que recordе la sensaciоn espeluznante que hab?a tenido hace pocos momentos, cambiе de opiniоn.

“Eso ser?a estupendo, gracias”, respond? suavemente. Guardando su talonario de multas, volteо y me sonriо, un claro indicador de que pod?amos continuar.

Caminamos en silencio por un breve momento; Atiborrе mi cerebro buscando alguna forma de comenzar una conversaciоn.

“Entonces... ?Dоnde estа tu auto de polic?a?”, Preguntе torpemente, y desde luego, me rega?е mentalmente por la est?pida pregunta. ?Dоnde estа tu auto de polic?a? ?Quе manera tan tonta de comenzar una conversaciоn!

“Bueno, podr?a preguntarte lo mismo. ?Por quе una se?orita tan bonita camina a casa sola en la oscuridad? ”, Respondiо rаpidamente, clara y genuinamente curioso.

“Bien, mi amiga, la de esta ma?ana me llevо al ensayo y se fue antes que yo. El prоximo autob?s me tomar?a otros treinta minutos y no vivo lejos, as? que pensе que pod?a caminar”. Levantо una ceja, claramente confundido acerca de por quе caminar ser?a mi prоxima conclusiоn lоgica. Realmente no podr?a culparlo; No me ve?a exactamente como alguien que pudiera luchar contra un ratоn y mucho menos contra un atacante.

“Ya veo... ?As? que eres bailarina? ?Quе tipo de baile exactamente?” Esta pregunta me tomо un poco desprevenida; Las personas que no estаn en el mundo de la danza no suelen interesarse en mi profesiоn. Por lo general, la consideran una especie de fantas?a infantil en lugar de una carrera real.

“Bueno, tomo clases de todo tipo, tap, jazz, contemporаneo, incluso un divertido hip-hop de vez en cuando. Sin embargo, profesionalmente, soy miembro del cuerpo de Ballet de la Ciudad de Nueva York”. Еl parec?a sorprendido por esta respuesta.

“Oh, vaya, eso es realmente impresionante, el Ballet de la Ciudad de Nueva York es lo mejor, mi sobrina ha estado haciendo ballet durante a?os. A ella le encantar?a ir a una funciоn alg?n d?a”. Еl parec?a estar claramente pensando en su sobrina. Pensе en lo dulce que era que еl se preocupara tanto por su sobrina y pensara en ella en momentos como este.

“?Quе hay de ti? Claramente, eres polic?a pero, ?Haces algo por diversiоn?”, Preguntе con curiosidad. Estaba bastante claro lo que yo hac?a por diversiоn, bailar es un trabajo pero tambiеn es mi pasatiempo.

“Realmente paso la mayor parte del tiempo cuidando a mi sobrina, mi hermano y su esposa siempre estаn viajando, y la pobre Emma sufre por eso la mayor parte del tiempo. Voy al gimnasio y al pol?gono de tiro con bastante frecuencia. El t?pico polic?a, lo sе”. Terminо su explicaciоn con una mirada t?mida. Sonre?, era t?pico, s?, pero aun as? era bastante atractivo para pensar.

“Aqu? es”. Se?alе, cuando lleguе a mi peque?a casa. Viv?a en el piso de abajo, as? que mi puerta abr?a hacia la calle y me acerquе para sacar mis llaves. Antes de que pudiera llegar a la puerta, sent? el enorme brazo de David bloquear mi camino.

“Espera, algo estа mal”, su expresiоn era seria y su voz era fr?a como una piedra. Mirе mаs de cerca y notе que el picaporte de mi puerta estaba roto y que la puerta estaba entreabierta.

Cap?tulo Tres: Un Escolta

David

Me quedar?a corto al decir que estaba sorprendido al ver a la mujer nuevamente. Cuando se me acercо tarde y me dijo que sent?a que la estaban siguiendo, me tomо apenas dos segundos saber que ten?a que acompa?arla a su casa. Ella era hermosa, аgil y elegante. No pod?a dejar que esta desagradable ciudad la arruinara. Mientras caminаbamos hacia su casa, aprend? muchas cosas interesantes sobre ella. Descubrir que era una bailarina no era tan impactante, por supuesto, sab?a que ten?a algo especial. Algo dentro de ella que gritaba que estaba cоmoda sobre un escenario. Incluso en la oscuridad, todav?a pod?a ver la gracia que le aplicaba a todo. Cada paso que daba era ligero y elegante, su espalda permanec?a perfectamente recta y su cabello la segu?a delicadamente. Sus manos, sosteniendo suavemente la correa de su bolso de lona, estaban dobladas de una manera que avergonzar?a al origami. Incluso con sus mallas desali?adas, sudadera grande y bufanda esponjosa, me di cuenta de que ten?a ese largo y tonificado cuerpo de bailarina. Estaba mаs que impresionado al descubrir que ella era una intеrprete del Ballet de la Ciudad de Nueva York, que no era sоlo una bailarina, y que, evidentemente era muy buena. Apenas conoc?a a esta mujer, pero sent? un gran respeto por ella, claramente sab?a cоmo manejar largas horas de trabajo duro y aun as? lograba dar un rendimiento incre?ble. Al llegar a su puerta principal, por costumbre, revisе el аrea. Una habilidad ?til que hab?a adquirido de mis pocos a?os en el ejеrcito al terminar la secundaria. Inmediatamente me di cuenta de que algo no estaba bien. El picaporte de la puerta de su casa estaba roto y la puerta estaba ligeramente entreabierta. Sin pensarlo, puse mi brazo delante de ella para evitar que se acercara.


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